Miguel Lifschitz rompió una veda auto impuesta y habló este miércoles en Radiópolis (Radio 2), tras la aprobación de la Ley de Necesidad Pública en el marco de la cual, brindó un encendido mensaje al oficialismo. “Me parecía prudente no interferir ni dar opiniones habiendo un nuevo gobierno que estaba empezando su tarea. Rompí ayer esta decisión por el momento que estamos viviendo", explicó. Aunque acusó al gobierno de Omar Perotti de instalar la “grieta” en Santa Fe, se puso a disposición para trabajar en el marco de la pandemia del coronavirus y pidió “o echar más nafta al fuego”.

El ex gobernador expresó su sorpresa ante una actitud del oficialismo que considera hostil. “Nunca hubiera esperado esto, Santa Fe en estos 20 años ha tenido distintos gobiernos y siempre hubo una discusión sana, no ha habido grieta en Santa Fe y ahora es todo lo contrario”, señaló y recordó un primer gesto, cuando Perotti dio su primer discurso como gobernador. “Sus funcionarios y legisladores han mantenido ese clima de tensión pero no vamos a entrar en ese juego”, advirtió y remarcó: “Vamos a colaborar igual”.

"Hasta diciembre tenía una relación privilegiada, cordial y respetuosa; estoy sorprendido que la relación política se haya planteado en esos términos. Debemos dejar de lado nuestras posiciones personales y no echar más nafta al juego", manifestó en relación a Omar Perotti.

Luego, se refirió a la ley votada ayer: "No estamos de acuerdo con esta ley, no creemos que un gobernador necesite facultades extraordinarias y se le habilite a tomar deuda para financiar gastos corrientes. Es negativo para la provincia", observó y subrayó: “No es que pusimos palos en la rueda sino que no estamos de acuerdo pero aun así en esta coyuntura tan especial habilitamos con nuestra abstención que saliera la ley”.

“Lo más necesario ahora es que el gobierno tenga las herramientas que dice que necesita. Que no sólo nos cuenten cuántos muertos hay cada día sino que tengan políticas activas, que tomen medidas necesarias, que haya liderazgo”, pidió.

Por último, cuando se le consultó si podría llamar a Perotti para acordar una tregua, consideró: “El gobernador es él pero esta coyuntura estamos dispuestos a colaborar. No me gusta la confrontación, siempre fui una persona de diálogo, no tengo motivos para confrontar con el gobernador”.