El juez federal Claudio Bonadio, que tenía a su cargo importantes causas en las que se investigaba por corrupción durante la gestión kirchnerista, entre ellas la de los cuadernos de las coimas, murió este martes en la ciudad de Buenos Aires a los 64 años.

Bonadío, que había procesado a la ex presidenta y actual vicepresidente Cristina Kirchner, falleció en su casa del barrio porteño de Belgrano a las 6.20, según confirmó Infobae.

El magistrado estaba de licencia por padecer una enfermedad por la que había tenido que ser operado en la cabeza. Recientemente había pedido una extensión de su licencia hasta marzo.

Pero mantuvo su enfermedad en el más absoluto secreto. Tanto que las licencias no las pedía por cuestiones de salud sino como vacaciones que tenía acumuladas.

Antes de pedir la licencia, se ocupó de cerrar y enviar a juicio oral las causas más importantes que tenía en su juzgado, entre ellas la de los cuadernos y las otras que involcuraban a ex funcionarios kirchneristas. 

Bonadio, que era uno de los jueces de la famosa servilleta de Carlos Corach, se convirtió en uno de los magistrados más activos en investigar las causas de corrupción del kirchnerismo, lo que le provocó un fuerte con Cristina Kirchner, para quien había pedido el desafuero y la prisión preventiva.

En 2015, cuando aún era mandataria, la actual vicepresidenta habló de él en cadena nacional como un “juez pistolero y extorsionador”. Fue luego de que el entonces funcionario judicial ordenara allanamientos en la inmobiliaria de Máximo Kirchner en Santa Cruz.