Si bien varias personas presentan déficit de vitamina D, resolver esta cuestión debe estar acompañada de un profesional médico que indique qué y cuánto consumir respecto de algún suplemento. Según un nuevo artículo internacional de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap), los "mensajes alarmistas" en redes sociales en torno a un déficit generalizado junto a otros factores generaron una "fiebre de preocupación y suplementación desmedida" en el consumo, muchas veces sin consultar a un especialista.
Todo ello, además, se acompaña de una disparidad de criterios entre sociedades médicas, lo que provoca que si se toman valores umbrales de concentración de vitamina D determinada en sangre por encima de 30 ng/ml, casi la totalidad de la población presenta niveles bajos. Sin embargo, cuando el umbral aplicado es de 20 ng/ml, los afectados disminuyen hasta menos de la mitad. Y, si el umbral es de 10/ng/ml, cae hasta menos del 10%.
El consumo sin supervisión
Por otra parte y con un aumento de pruebas médicas para conocer el nivel de esta vitamina en sangre, también se fomenta un aumento en el consumo de suplementos de vitamina D sin supervisión médica.
En este aspecto, alertan sobre los riesgos de consumir vitamina D sin control médico basándose en la evidencia científica. Por ejemplo, en una zona de España, 16 personas fueron hospitalizadas por hipervitaminosis D tras consumir un suplemento defectuoso.
Y, si bien la vitamina D cumple un rol clave en el metabolismo óseo y regulación de calcio, el uso debe ajustarse a criterios clínicos bien fundamentados, con la finalidad de evitar intervenciones ineficaces o potencialmente perjudiciales.
La principal fuente de vitamina D en el organismo es la síntesis cutánea a partir de la exposición solar y que la suplementación innecesaria puede conllevar efectos adversos, especialmente cuando se exceden las dosis recomendadas, según indicaron.
Riesgos a corto y largo plazo
Los expertos subrayan que el exceso en el consumo de vitamina D puede provocar a corto plazo síntomas como nauseas, vómitos, estreñimiento, pérdida de apetito y debilidad. A largo plazo, un excesivo consumo de vitamina D puede incluso dañar los riñones, formando cálculos renales, causando insuficiencia renal y también puede afectar a la salud cardíaca.
El cuidado diario
Por otra parte, indican que, en población sana, basta una ingesta de 600-800 UI diarias de vitamina D para mantener niveles adecuados de esta vitamina. Por ejemplo, con 100 gramos de atún a la plancha (1.000 UI) u otros alimentos que pudieran recomendar nutricionistas, ya se alcanzarían esas cantidades.
También es recomendable, según estos expertos, exponerse al sol en cara, brazos o piernas, sobre todo en primavera, durante 5-15 minutos al día, según el tipo de piel, entre las 10:00 y 16:00 horas.
Fuente: EFE.



