Si opta por menor contenido de grasa de los alimentos que come habitualmente, como aderezos para ensaladas, untables, lácteos e inclusive postres, puede ahorrar muchas calorías. Una taza de leche entera tiene 150 calorías y casi 7 gramos de grasa; la leche descremada tiene 90 calorías y cero grasa.

Si cambia la carne picada común por pechuga de picada, puede reducir casi 10 gramos de grasa y 100 calorías por porción de 3 onzas. Ingerirá menos calorías y mucha menos azúcar si compra yogur natural y le agrega frutas y endulzante en lugar de la variedad ya endulzada.

Incorpore más proteínas vegetales y reemplace almidones refinados por cereales integrales. Pruebe consumir arroz integral, pasta de trigo integral, pan y galletitas de trigo integral, cuscús de trigo integral, quínoa y avena en lugar de cereales para el desayuno con semolina.

Por su parte cuando se trata de frutas y verduras los productos de estación, por lo general son más frescos, a menudo y conservan más nutrientes y son menos costosos que los productos que están fuera de temporada.

Si tiene un mercado de productores cerca, es posible que las frutas y verduras sean más frescas que las de los supermercados, es decir, las verduras no se pudren tan rápido y los alimentos conservan su valor nutricional.

También es más probable que encuentre nuevas variedades de frutas y verduras para probar.