Desde la Sociedad Española de Neurología (SEN), se realizó una nueva advertencia en torno a los productos "milagro" para abordar la problemática del insomnio. De hecho, refieren al mismo como "un trastorno médico complejo", el cual requiere un abordaje diagnóstico y terapéutico riguroso.
En tal sentido, optar por utilizar remedios sin validez no solo implica un gasto económico importante para el paciente, sino que además puede resultar perjudicial para la salud. Así, además de generar frustración por no obtener los resultados esperados, retrasan la búsqueda de la ayuda médica adecuada, pudiendo empeorar síntomas y favorecer la cronificación de este padecimiento.
“En los últimos años estamos observando un aumento exponencial de productos y servicios dirigidos a personas con insomnio crónico: desde suplementos y pastillas que se presentan como naturales, aerosoles o infusiones milagro, hasta almohadas especiales, antifaces con tecnología incorporada, aplicaciones de meditación, dispositivos electrónicos, gafas con filtros de luz, lámparas de colores o incluso retiros de fin de semana orientados a “curar” el insomnio”, denunciaron.
Lo cierto es que ninguno de estos productos demostró eficacia en el tratamiento de este trastorno: "Se trata de una industria con un gran poder de marketing que busca su nicho entre quienes sufren este problema de salud".
Aumento del riesgo de padecer ansiedad
El insomnio es un trastorno del sueño que consiste en la dificultad para conciliar el sueño, mantenerlo o por despertarse antes de lo deseado, a pesar de disponer de una correcta oportunidad de dormir, tanto en horario como en duración.
Se trata de uno de los trastornos del sueño más frecuentes en la población general. Se calcula que hasta un 15% de los adultos lo padece de forma crónica, con impacto significativo en la calidad de vida, en el rendimiento laboral y que aumenta el riesgo de desarrollar otras enfermedades como depresión, ansiedad, hipertensión arterial o diabetes.
Dormir bien, clave para la salud mental de los jóvenes
Las consecuencias del insomnio no solo aparecen en la noche, cuando la persona no logra dormir, sino que también suponen un gran impacto en el desempeño diurno, asociando problemas de concentración, apatía, falta de energía, irritabilidad, e incluso aumentando el riesgo de padecer accidentes.
Por lo tanto, desde la SEN se insiste en advertir de que el insomnio es una entidad clínica compleja y por lo tanto es importante acudir a profesionales de la salud capacitados para un correcto diagnóstico y tratamiento. El insomnio debe abordarse como un trastorno médico, y por ello es el médico quien debe profundizar en conocer sus causas, y en base a ello plantear un tratamiento u otro.
Por otra parte, pueden presentarse cuadros que para el paciente son "insomnio", pero traen consigo otras patologías de sueño que requieren atención médica específica (como apnea de sueño, síndrome de piernas inquietas, trastornos del ritmo circadiano).
El rol de la terapia cognitivo-conductual y otros abordajes
“La TCC no se limita a simples pautas de higiene del sueño, sino que requiere una evaluación individualizada, ya que cada persona tiene características y necesidades particulares. En todo caso somos conscientes de que el acceso a este tratamiento aún está lejos de dar respuesta al elevado número de pacientes que lo requieren, una realidad sobre la que debemos seguir trabajando y reclamando como sociedad científica”, afirmaron.
A su vez, en determinados casos, además de plantear la terapia cognitivo-conductual, “puede ser necesario recurrir a tratamiento farmacológico, pero siempre bajo supervisión médica”.
“El insomnio es un trastorno complejo que debe ser valorado en el marco de una historia clínica completa, identificando factores desencadenantes y asociados y profundizando en sus causas. Solo así es posible ofrecer soluciones que resuelvan el problema desde su raíz y reduzcan el riesgo de cronificación”, concluyeron.
Fuente: SINC.



