Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada siete personas en el mundo padece migraña. Si bien no se trata de una enfermedad grave, sí es la primera causa de discapacidad entre adultos menores de 50 años y uno de los motivos más frecuentes de ausentismo laboral. No tiene cura, pero sí es posible tratarla y controlarla a partir de la consulta con especialistas y las recomendaciones pertinentes para el caso particular.
Más frecuencia en mujeres
Este tipo de cefalea que se caracteriza por ser aguda y recurrente, se encuentra más presente en mujeres. Puede presentarse acompañada de otros síntomas como náuseas, vómitos o sensibilidad/intolerancia a ruidos y luz. No se conoce la causa exacta de la migraña, pero “se piensa que las personas que la padecen tienen un cerebro especialmente reactivo”, según expertos.
En tal sentido, sus neuronas se caracterizan por ser hiperactivas y sensibles, enviando impulsos a los vasos sanguíneos y provocando estrechamiento y dilatación de los mismos. Además, estos cambios afectan a los tejidos de alrededor de los vasos sanguíneos, que liberan sustancias que generan dolor.
Posibles desencadenantes
Para los expertos, existen algunas sustancias y circunstancias que pueden desencadenar una crisis de migraña:
-Alcohol.
-Tabaco.
-Ciclos hormonales, como el menstrual.
-Olores fuertes.
-Cambios meteorológicos o de altitud bruscos.
-Falta de sueño.
-Ejercicio físico.
-Estrés.
Algunos alimentos también podrían ser causantes de la migraña:
-Chocolate.
-Lácteos.
-Maní.
-Edulcorantes como la sacarosa.
-Sustancias como la tiramina, presente en el vino, el queso curado, el chocolate negro o el pescado ahumado
-Nitratos de carnes como la panceta y el salame.
-Glutamato monosódico (GMS), un aditivo presente en la comida china y en algunos snacks salados, entre otros.
Nueve recomendaciones para ayudar a controlar la migraña
En pos de controlar las crisis de migrañas, los expertos recomiendan:
-Acudir al médico siempre que se necesite, sobre todo si aumenta el número de crisis o el dolor, y seguir el tratamiento que prescriba.
-Aprender a reconocer los desencadenantes para poder evitarlos. Evaluar si antes de la crisis hubo exposición a algún ruido, luz u olor intenso, o si se comió un determinado alimento.
-Hacer un calendario de cefaleas, anotando fechas de los dolores de cabeza, la intensidad del dolor y medicamentos empleados, entre otros. Será de utilidad para el médico, ya que lo puede ayudar a detectar un diagnóstico correcto y su tratamiento.
-Cuidar lo que se come con una dieta variada, pero además intentar evitar ciertos alimentos que producen migraña como el chocolate, los lácteos o el alcohol.
-Mantener una rutina regular de sueño. Dormir 7 u 8 horas diarias, de manera regular. Los fines de semana no dormir ni de más ni de menos.
-Intentar mantener la calma ante complicaciones para evitar el estrés. Practicar deporte o actividades relajantes como el yoga o la meditación ayudarán.
-Aislarse en un lugar tranquilo. Acostarse a oscuras cuando se sufra una crisis para evitar estímulos como la luz o el ruido.
-Respirar de forma relajada. Concentrándose en la respiración, cuando se tenga una crisis, el dolor de cabeza disminuirá y es posible sentirse mejor.
-Seguir la prescripción médica. Tomar solo aquellos medicamentos que haya prescrito el médico. Ingerir demasiada medicación puede causar un efecto rebote de cefaleas.
Fuente: EFE.



