Todos somos conscientes de que para estar fit debemos practicar deporte. Entonces, ¿por qué para evitar las primeras arrugas sólo cuidamos la piel superficialmente? El yoga facial va más allá. Su éxito consiste en trabajar la musculatura del rostro para prevenir o reducir los signos de envejecimiento.

Este entrenamiento relaja y resulta muy efectivo para alisar la piel. Todo esto influye en la belleza, interna y externa.

 

Los resultados varían, pero los expertos coinciden en que los músculos del rostro, al ser pequeños, se activan más rápido que otros. Además, el yoga facial no tiene ninguna contraindicación, excepto si te pusiste bótox. Tratamientos como la acupuntura, los masajes o el vendaje neuromuscular resultan perfectos como complemento porque activan las capas profundas, el tejido de sostén del rostro (¡cuidado, debe realizarlos un profesional!).

 

Bases y beneficios del yoga facial

 

El yoga facial utiliza la gestualidad, sonrisas, muecas, etc, junto con algunos masajes en la cara para conseguir una piel más firme y fuerte. De esta manera, podemos reafirmar nuestros rasgos y disimular las arrugas que aparecen inevitablemente con el paso del tiempo.

A continuación, te explicamos una serie de ejercicios recomendados para ejercitar algunas partes de tu rostro y rejuvenecer tu cara y expresión:

 

1- Arrugas verticales

 

Colocar los dedos meñique, anular y corazón de ambas manos en la parte superior de la frente, justo en la línea donde comienza el cabello. Luego contraer hacia arriba y hacia abajo los músculos de la frente, acompañando este movimiento con los dedos. Repetir esto diez veces.

 

2- Cejas y párpados

 

Inspirar con los ojos bien abiertos y la cabeza bien erguida. Al exhalar, levantar todo lo que se pueda las cejas. Con los pulmones vacíos, conservar esta posición durante cinco segundos. Repetir diez veces.

 

3- Mejillas

 

Poner las manos sin el pulgar sobre las mejillas, justo en la unión de los músculos con los maxilares. Contraer las mandíbulas presionando esta zona. Inspirar y, al soltar el aire, llevar los labios, la cara y los músculos bien hacia delante, mientras se bloquean los músculos maxilares hacia atrás con las manos.

 

4- Labios superiores

 

Poner los pulgares bajo el labio superior, en el medio. Al tomar aire, prepararse para, al exhalar, presionar los pulgares contra las encías, mientras que se lleva el labio superior hacia delante con sus músculos. Repetir este ejercicio cinco veces.

 

5- Mentón

 

Para no dejar que se forme papada, poner las manos cruzadas en el pecho, y así llevar el mentón hacia arriba, lo más tenso posible. Una vez lograda esta posición, girar la cabeza hacia los dos lados, siempre manteniendo la tensión. Repetir el ejercicio diez veces hacia cada lado.

 

¡Entrená tu rostro!