La defaulteada aceitera Vicentín presentó el viernes un adelanto de su nueva propuesta de pago a los 1.600 acreedores a los que les debe u$s1.500 millones, que en líneas generales propone una quita del 70% a terminar de pagar en el 2036. Y, ante una oferta que poco alivia frente la primera (quita del 75% y a 20 años), la principal mejora que ponen sobre la mesa es que dolariza la deuda del agro que estaba verificada en pesos a $60.8 por dólar.

Ya vamos a seguir con el análisis detallado de la propuesta, las primeras reacciones de los acreedores y las hipótesis de cómo seguirá la historia, pero antes vamos a centrarnos en cómo financiará Vicentín el pago de la deuda y el papel que jugarán los tres inversores estratégicos que salen al rescate de la malograda firma: la nacional Molinos Agro, la cooperativa ACA y la multinacional Viterra (la ex Glencore).

En concreto, la deuda se pagará a través de un fideicomiso fondeado por los tres inversores estratégicos quienes garantizaran, de esta manera, el cumplimiento de montos y plazos.

Los tres se comprometen a poner u$s590 millones en el siguiente cronograma: 4 cuotas anuales de 54 millones de dólares entre 2022 y 2025 y 11 cuotas anuales de u$s34 millones entre 2026 y 2036. Adicionalmente podrán aportar hasta u$s60M por contingencias. Asumirán además un compromiso de 100 millones de dólares al año en concepto de gastos fijos e inversiones, más el financiamiento del capital de trabajo del negocio entre u$s250 millones y u$s 350 millones. Pero esos fondos que se usarán para pagar la deuda comercial, no vendrán de un aporte de capital o por la compra de acciones de la compañía: es plata para hacer negocios; operaciones a fazón.

Tal como viene anticipando Rosario3, ACA, Viterra y Molinos Agro los ponen para tener durante todo el plazo que dure la cancelación de la deuda la exclusividad en el uso de la planta y puerto de San Lorenzo, la planta de Ricardone, todas las instalaciones de Renova y Petropack a través de contratos de fazón.

En otras palabras, están adelantando el alquiler de las instalaciones y sus servicios. Y si bien la conducción de la empresa queda a cargo de los inversores estratégicos hasta que en 15 años se cancele la deuda, los dueños seguirán siendo los mismos: la gran familia Vicentín. Formalmente, los acreedores le estarán aceptando una quita del 70% a quienes les provocaron esa pérdida y a quienes, en muchos casos, denunciaron por estafa, en un proceso que en breve tendrá a los primeros pesos pesados imputados.

Ahora bien, en la presentación que hizo la empresa a un grupo de acreedores antes del fin de semana se contó que eventualmente los inversores estratégicos ingresarán (tras la salida del concurso) como accionistas. Y bajo cuerda ya se habla de que un 90% iría para las tres empresas y un 10% restante para los dueños actuales.

Y entre quienes escuchaban hacían un cálculo rápido: si la empresa (administrada por los inversores) tiene una ganancia anual de 100 millones de dólares (proyección del saldo mensual que está informando) y los inversores ponen u$s 590 millones de dólares (que es para sus fazones) para pagar en 15 años sólo el 30% de la deuda (unos u$s450M), a fin del ciclo podrían quedarse con el 90% de la empresa y una ganancia de u$s1.000 M. Ni el grupo Eskenazi que compró YPF pagando por las acciones a Repsol con el dinero de la ganancia de la propia petrolera, logró tan buen negocio. Es que, a grandes números, por el fazón los inversores estratégicos pagarían entre el 7 y el 8 por ciento anual de costo de los activos, cuando a ellos la explotación de esos activos les puede generar una renta anual de entre el 12 y el 15 por ciento en dólares.

La propuesta

Volviendo a la propuesta, a continuación los principales puntos:

1) Se hace una quita del 70%.

2) Las deudas verificadas en pesos se dolarizan a 60.8 $/U$.

3) Se paga una primera cuota de hasta U$20.000 a 6 meses de la homologación del acuerdo. Los acreedores menores a U$70.000 (básicamente productores) darían por saldada su acreencia con este pago.

4) El remanente de deuda se paga en 13 cuotas anuales empezando en el 2024 y terminado en 2036 (esta fecha puede variar según la homologación del acuerdo).

5) A los bancos se les pide dos años de gracia, por lo que se estira el plazo de pago.

Claramente, la dolarización de la deuda comercial (la financiera ya lo estaba) es la principal ventaja que ofrece la propuesta ya que por la devaluación la licuación que operaba es fenomenal. Y ACA puede mostrar que consiguió ese logro para los productores (incluso los pequeños tendrán una quita efectiva del 50%).

Pero, al estar en los dos lados del mostrador, ACA logra un beneficio para ella: es la principal acreedora comercial de Vicentín y, a diferencia de otros acopios que sí habían logrado que parte de la deuda se les mantenga en dólares, tenía toda su acreencia pesificada. Pero lo que despierta ya polémica en el mercado de granos es que ACA –con todas sus cucardas de solidaridad agropecuaria- esté avalando una propuesta de quita del 70% que perjudica financieramente a muchas empresas del agro, sobre todo a acopios y otras cooperativas. Y si bien ella también sufre la quita, tiene la compensación de que se quedaría con parte de Vicentín a muy buen precio.

Ahora bien: ¿y el resto de los acreedores? A valor presente, los primeros números, esta propuesta le dan a los bancos extranjeros (que son los principales acreedores con 500 millones de dólares verificados) que estarían finalmente cobrando un 10% de la deuda a valor presente. ¿Pueden los bancos extranjeros aceptar semejante quita de los propios accionistas (que siguen como dueños) a los que en paralelo denunciaron penalmente por estafa? ¿Bancos, que por las malas condiciones financieras de Argentina, no prestan a menos del 20/25% de interés en el país, aceptar esa quita? Y además quedar 15 años enganchados en un país con alto riesgo político, como el que quedó evidenciado tras las PASO con el kirchnerismo duro ganando peso en las decisiones que toma la Casa Rosada.

Precisamente, ¿qué hará el Banco Nación? ¿Tendrá margen político el gobierno nacional  de aceptar que los amigos de Mauricio Macri, y a los que también denunció penalmente por estafa, le paguen a 15 años el 30% manteniendo en ese plazo la propiedad de la firma?

Finalmente, Vicentín tiene ahora hasta el 14 de diciembre para lograr que el 66% del capital adeudado y el 50% de los acreedores acepten la propuesta.

Y, al menos en las primeras lecturas que hacían acreedores de la empresa, lo poco atractivo de la propuesta, hace –que al menos de movida- no parezca tener muchas chances de avanzar. Y por eso tampoco permite descartar cualquier hipótesis. Por ejemplo, que en realidad los tres inversores estratégicos saben que el proceso no caminaría y que fracasado el concurso el grupo aceitero van al desguace y ahí se quedan cada uno con la parte que les interés (Viterra con Renova, por caso). La historia tiene todavía muchos capítulos por delante.