Va terminando enero y -fiel al estilo argentino de que en verano pasa de todo con la economía- no afloja el ritmo de las noticias de negocios. Y allí estuvo Rosario3 para recoger y contar todo el "run-run" detrás de escena.  

1) “Son empresarios planeros”. La frase, categórica, la soltó en privado un cerealista al término de la reunión de esta semana de la “Mesa Intersectorial de Maíz” y la usó para calificar a algunas firmas consumidoras mayoristas de maíz como son las avícolas, los feedlots y las granjas de cerdo. Es que fueron esos sectores los que en diciembre llevaron su urgencia al gobierno por no poder conseguir maíz desatando el cepo a las exportaciones del grano, que luego se logró desactivar pero cuya amenaza sigue pendiente si hacia adentro de la cadena no encuentran mecanismos que garanticen el abastecimiento interno de maíz a un precio que no haga subir los alimentos en las góndolas. Como maíz no falta porque la cosecha fue buena, la lectura que hacen los cerealistas es que las empresas (sobre todo los polleros) que no lo consiguen es por ineptitud y deslealtad comercial. Ineptitud comercial porque sus departamentos de compra son rudimentarios y no utilizan las herramientas disponibles, por ejemplo cubriéndose en los mercados de futuro. No en vano hasta agosto el maíz a enero cotizaba a u$s150 y no a más de u$s200 como vale ahora. Y deslealtad comercial porque cuando se abastecen no cumplen con los compromisos de pagos (dicen que pagarán a 30 días y terminan abonando a 60 o 90) financiándose así con la plata de los acopios y las cooperativas que les venden. Y es por eso que nadie les quiere vender a esas empresas o le pasan precios muy altos cuando, por el contrario, las firmas de esos mismos sectores que sí cumplen no tienen ningún problema de abastecimiento. “Son empresarios planeros. Van y lloran al gobierno para que le bajen el precio de maíz y le aseguren el abastecimiento en vez de ponerse a trabajar y hacer bien las cosas ellos”. Contundente definición.

2) Hablando de agroindustria, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ganó en estos meses gran protagonismo en las discusiones hacia adentro del sector y con el gobierno nacional. Dejaremos para una próxima columna las razones que pusieron en ese lugar destacado a la Bolsa porteña cuando hasta no hace mucho ese lugar destacado lo ocupaba la Bolsa de Comercio de Rosario. La novedad es que los directivos de la Bolsa de Cereales, a cargo del ex ejecutivo de Cargill José Martins, tomaron la decisión de analizar la reforma de sus centenarios estatutos para modernizarlos. Cambios pensados también para darle un sustento normativo que potencie ese lugar central de representación de toda la agroindustria que públicamente está ganando. Fue así que se armó una comisión interna que está definiendo propuestas que llevará a la conducción, y si ésta las aprueba serán sometidas a votación en asamblea de socios. Ahora bien, algunas de las ideas que se están debatiendo están provocando el ceño fruncido en los corredores de cereales, que son el corazón de la Bolsa. Por ejemplo, se baraja cambiarle el nombre y ponerle Bolsa de la Agroindustria (o en su versión light Bolsa de Cereales y de la Agroindustria). Y no se trata de un tema de nombres sino de darle más representatividad a sectores de la industria del agro que ya lo tienen pero que quieren ir por más. Pero ahí aparece la queja de los corredores porque temen que así se licue su influencia en la conducción. No en vano, otra propuesta en estudio es que los miembros de la comisión directiva dejen de ser elegidos por su carácter de socio individual sino que cada sector tenga asientos propios y ponga sus representantes. El tema es que hacerlo así podría provocar que los corredores se queden con un solo representante, mientas que los exportadores (que tendrían asientos por los puertos, por los aceiteros, por los traders, por las fábricas de biocombustibles, etc) pasarían a tener la mayoría. Los debates siguen y no son pocos los operadores que ven la mano de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara-Cec) detrás de la movida de convertir a la Bolsa de Cereales en una “Bolsa Agroindustrial” para sumar capacidad de lobby propio sin exponerse tanto. ¿Será tan así o hay corredores ven fantasmas por todos lados?

3) Ciento cincuenta millones de pesos. Esa es la cantidad de dinero que un grupo de socios de la cooperativa de estibadores de Puerto San Martín asegura que la intervención de la entidad, a cargo de Roberto Pascualino, depositó en la red de mutuales de los hermanos Guillermo y Fernando Whpei, un más que interesante fondeo para que ellos puedan realizar todo tipo de negocios financieros. Así se lo dijeron este viernes a los representantes del Instituto Nacional del Asociativismo (Inaes) José Abelli y Nahum Mirad, a quienes le pidieron que apuren la normalización y el llamado a elecciones de la cooperativa intervenida desde 2019 cuando su ex jefe Herme Juárez fue detenido. Los estibadores sostuvieron que “se está afectando” el capital de la cooperativa y que eso es posible porque el juez federal Marcelo Bailaque habilita las transferencias. Para los estibadores, Bailaque, los Whpei y Pasqualino juegan en línea para quedarse con esa caja. Del lado de los estibadores, si bien no aparece en público, Júarez es el que se está moviendo fuerte para volver (luego de acordar repartir el juego con su oposición interna) a controlar la cooperativa. Y es que hay mucha plata en juego ya que tiene el 60% del negocio del estibaje de los puertos cerealeros del Gran Rosario.

4) Precisamente, el que estuvo operando por esta zona fue Enrique “Coti” Nosiglia y algunos especularon que sus gestiones podrían venir por el lado de la cooperativa de estibadores habida cuenta de su reconocida influencia en la UBA, que fue quien propuso a Pasqualino como interventor. Pero no venía por ese lado. Es que el Coti, operador radical de mil batallas y muchos negocios, llego de la mano de uno de los empresarios no rosarinos más importantes de la salud privada provincial para traerle una propuesta al intendente Pablo Javkin. “Que abra más el juego”, fue la recomendación encriptada que trascendió.

5) Vuelta de página. Vamos por los negocios financieros. Esta semana el mercado de valores se sacudió  por la decisión de la Comisión Nacional de Valores (CNV) de suspender a la agencia EcoValores por la realización de operaciones automatizadas (un arbitraje de cuatro pasos con bonos vía algoritmos que dejaban un saldo en dólares atractivo) que el inversor de Eco Valores podía activar sin haber depositado dinero. Para el organismo esas operaciones suponían un alto riesgo para el ahorrista. En tanto, en el mercado, los operadores sostienen que si bien esa operatoria ameritaba observaciones, la suspensión de la empresa fue excesiva, por todos los inconvenientes que trajo a todos sus clientes. Es que, en rigor, la operatoria no tiene nada de irregular sino que se aprovecha de la intervención estatal en un bono (para controlar el dólar Bolsa) que genera la alternativa de negocios. Por eso entienden que en realidad fue más un mensaje político al mundo financiero para que aflojen con las maniobras vinculadas al Dólar Bolsa. Pero también pone sobre la mesa, como aspecto positivo, que este tipo de operaciones automáticas deben regularse. Es que "el rulo" propuesto por Eco Valores si se lo hace en forma “manual” es caro (por la comisiones) y por eso no rinde, pero si “un robot” las ejecuta de manera automática y en grandes cantidades sí se convierte en negocio. Las nuevas tecnologías están, en definitiva, mostrando la necesidad de actualizar normativas en todos los negocios.

6) Hablando de finanzas, los bancos tienen créditos (accesibles) para inversión, pero no están financiando capital de trabajo. Ahí aparece la alternativa de fondearse en Bolsa. Y la novedad de la semana fue el éxito de la primera colocación de una Obligación Negociable (ON) por parte de la fábrica santafesina de maquinaria agrícola Crucianelli. La empresa fue a buscar $50 millones y recibió ofertas por $121 millones. Pero el dato es que la tasa que consiguió (a 24 meses) fue del 1.75% más Badlar, que arroja una tasa final del 35%. “Si se analiza contra la inflación, se fondeó a una tasa de interés negativa”, resaltó el agente de Bolsa organizador y colocador de la emisión, Adrián Tarallo. Además del fondeo a una tasa hipercompetitiva que logró Crucianelli, que es la más importante fábrica de sembradoras del país, su incursión por la Bolsa tiene un alto valor simbólico porque muestra que las pymes industriales tienen una canilla de financiamiento accesible disponible.

7) En materia de inversiones, y para aportarle buena onda al domingo, se destacó el anuncio del grupo energético Albanesi para levantar una planta de generación eléctrica de 130 MW en Arroyo Seco. Pero sobre todo, y tal como contó en exclusiva Ecos365 (el portal de negocios y economía de Rosario 3), Air Computers (de la familia Airoldi) anunció que empezará a ensamblar computadoras y notebooks con marcas propias y para terceros en su planta de Alvear. Lejos de todos los subsidios como los que se reciben las empresas del sector que se instalan en Tierra del Fuego, la empresa rosarina apuesta a un negocio sustentable. Eso sí, quedó abierta la puerta a que un renovado “compre santafesino” la deje bien parada cuando de licitaciones provinciales se trate. Y si seguís por las notas de negocios y economía de hoy en Rosario3, se destaca una que es para la polémica: Menos de mil lanchas pagan patente en Santa Fe pese a tener el segundo parque náutico del país.

8) Esta semana los contadores se quejaron en Rosario ante las puertas de la Afip por las recurrentes fallas del sistema central del organismo que les hace imposible trabajar normalmente. Pero además de quejarse por el mal funcionamiento de la web, una protesta que ya se está convirtiendo en clásica, advirtieron que hay una buena cantidad de normas que se modificaron por decretos nacionales y en el medio quedaron vacíos legales, como el caso de las recategorizaciones del monotributo. La novedad es que la semana que viene será el turno de las protestas de los abogados. En efecto, abogados previsionalistas se concentrarán el próximo lunes a las 9 frente a la Ansés, en Rioja y Sarmiento, para reclamar por la falta de turnos y por el retraso en los trámites del organismo.

9) Finalmente, el sábado fue la asamblea de Newells y así se aprobó el último balance que cerró con superávit por tercera vez consecutiva logrando seguir bajando su pasivo. Allí trascendió que el órgano fiduciario cuenta con un alto porcentaje del dinero para pagar en abril la última cuota del fideicomiso y que además en los próximos días ingresarán fondos por la televisación de partidos del próximo torneo. Pero las novedades más calientes estuvieron por el lado de Central. Luego de que se pusiera en debate el flaco presupuesto canalla para la compra de jugadores apareció la presión de los socios y ahora en la conducción evalúan un cambio de estrategia. ¿Qué pasa? Los ciclos económicos del fútbol son más o menos así: en los años en los que no hay elecciones, no se juegan descensos y no hay presión imperiosa por campeonar, los clubes aprovechan para reducir gastos y equilibrar las cuentas con equipos baratos. Así había entendido la dirigencia canalla el 2020 y por eso apostó a un equipo barato que de salarios le cuesta unos $20 millones al mes, menos de la mitad de lo que gastan los leprosos. Es poca plata, y mucho menos si se la pasa a dólares. Pero ahora, con la presión por los últimos malos resultados, parece que 2021 la comisión abrirá la billetera un año antes de lo previsto ya que las elecciones serán en 2022. El interrogante es: ¿Encontrará financiamiento?