El presidente Alberto Fernández anunció que "estatizará" el cobro del peaje a los barcos que pasan por la hidrovía. Así lo dijo el jueves a la noche durante una entrevista con un youtber K en un inconfundible guiño oficial al kirchnerismo más duro que viene pujando por un cambio radical en el sistema de administración del canal central de navegación fluvial argentino.

En una larga entrevista con el militante Pedro Rosemblat en su canal de YouTube, el presidente dijo lo siguiente: 

1) “Hoy en día lo que sería el peaje de la Hidrovía lo cobra el concesionario y después le rinde cuentas al Estado. Lo que podríamos hacer es cambiar esa regla: que el Estado cobre el peaje y después le pague al concesionario. Eso lo podemos hacer y eso lo vamos a hacer. En la licitación internacional que vamos a hacer lo vamos a dejar bien en claro”.

2) "Todas las provincias lindantes con la Hidrovía del Paraná participarán en la licitación, la adjudicación y la administración de eso ríos; hasta ahora eso lo hacía el Estado nacional y ahora no va a ser así. Además, involucrando las provincias estamos mostrando que no hay nada raro atrás”.

3) "El Estado no puede hacerse cargo de la concesión porque que en la Argentina no tenemos la maquinaria y la tecnología necesaria. No es una autopista en la que se asfalta y se pone una cabina de peaje. Se necesitan obras muy importantes y no tenemos la capacidad técnica para hacerlo”.

La posición del presidente supone un nuevo cambio en la estrategia oficial para administrar la hidrovía, ahora que venció la concesión de mediados de los 90. Es que, en rigor, la creación de una empresa estatal que administre la hidrovía cobrando el peaje y contratando la obra de dragado y balizamiento fue la primera que expuso Fernández, llegando incluso a firmar un acuerdo con los gobernadores a mediados de 2020. 

Pero a fin del año pasado, y luego de las críticas de los usuarios privados de la vía navegable (puertos, navieras y agroexportadores), el jefe de Estado archivó todos esos cambios y decidió convocar a una nueva licitación bajo el sistema vigente; esto concesionar la obra de infraestructura y la administración de la hidrovía a una grupo privado. Incluso, al asumir a principios de mayo el nuevo ministro de Transporte de la Nación, Alexis Guerrera, ratificó ese rumbo iniciado por su antecesor Mario Meoni. 

No obstante, desde sectores kirchneristas, con el senador Jorge Taiana a la cabeza, vienen reclamando la vuelta al plan original de una administradora estatal del sistema que contrate las obras a un privado pero no ceda el cobro del peaje.

Impacto en las empresas

Las declaraciones del presidente generaron preocupación en el ámbito empresario, si bien están los que sostienen que no hay qu. preocuparse por demás ya que hay tiempo para seguir conversando con el gobierno y no sería la primera vez que el presidente dice algo para que lo aplauda la tribuna K pero después toma decisiones muy distintas. Incluso, están los que respiran ya que al menos el primer mandatario ratificó que habrá licitación y desechó la idea de estatizar la realización de las obras de dragado y balizamiento, como reclaman de manera insistente de la izquierda.

A los agroexportadores les preocupa el cambio de régimen porque entienden que terminará provocando un aumento del costo del peaje y por ende la pérdida de competitividad del sector. Es que, suponen, que los dragadores internacionales al no poder cobrar ellos de manera directa el peaje que financia las obras (ya que dejarían de ser concesionarios de un sistema para pasar a ser meros contratistas de obra) pasarán presupuestos y valores más caros por las obras de acondicionamiento de la vía navegable para cubrirse de las contingencias que supone cobrar del Estado, como ocurre en el negocio de la obra pública.