La dolorosa muerte del ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, ocurrida el viernes por la noche, profundizó la incertidumbre entorno al futuro de la concesión de la hidrovía, que vence esta semana. 

Y también dejó expuesta las serias deficiencias de la gestión del gobierno nacional en un tema tan trascendente para la economía argentina, como es la principal ruta para la salida de la cosecha argentina y el ingreso de los dólares que ella produce, ya que a días del fin de una concesión no hay ninguna decisión oficial publicada que disipe la incertidumbre justo en momentos de alto tránsito de barcos por la llegada de la cosecha. 

Según pudo saber Rosario3, el gobierno se dispone a publicar en las próximas horas un decreto que extiende la concesión con miras a preparar una nueva licitación. Con la firma del presidente Alberto Fernández, trascendió que también llevaría la rubrica de los ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y de Desarrollo, Matías Kulfas.

Antes de la muerte de Meoni, desde el gobierno habían deslizado que la prórroga sería bien corta (60/90 días) como para garantizar el tránsito fluvial y lanzar la licitación y al mismo tiempo contener al ala más K del gobierno que quiere afuera del negocio a uno de los dos socios que tienen la concesionaria actúal, que es Emepa, del empresario Gabriel Romero, quien -en el marco de la causa de los cuadernos- confesó que coimeó a Cristina.

En los ámbitos empresarios siempre pareció muy poco ese tiempo para poner en marcha una licitación que realmente genere mejoras de fondo al acondicionamiento del sistema de navegación troncal que le permitan afrontar los desafíos futuros. Es por eso que una hipótesis que surgió ayer es la probabilidad de que, a raíz del trágico fallecimiento del ministro y el recambio obligado en la cúpula de la cartera, la prórroga sea mayor generando así la oportunidad de poder planificar mejoras a la hidrovía.

Puntualmente, los dos funcionarios de Transporte que más tallan en la hidrovía que son el jefe de Gabinete del ministerio, Abel De Manuelle, y el jefe de la Unidad Ejecutora de la Hidrovía, Pablo Barbieri, eran hombres de extrema confianza de Meoni. ¿El recambio de ministros traerá la salida de ambos funcionarios? ¿O el nuevo ministro querrá allí gente de su confianza? Es que ayer también empezó la danza de nombres para suceder al ministro. Hasta ahora, Transporte estaba bajo injerencia política de Sergio Massa, y no en vano una de los reemplazantes que sonó fue su esposa Malena Galmarini, hoy bajo comando de Aguas y Saneamientos Argentinos. También sonó fuerte Cecilia Moreau que responde a Massa.

Lo cierto es que todo indica que Massa mantendrá el control de la cartera y por eso tiene previsto entregarle una grilla de candidatos al presidente Alberto Fernández en la próximas horas con miras a realizar el anuncio entre miércoles y jueves para que el viernes jure el nuevo ministro de Transporte.

Pero también el cacique sindical de los camioneros, Hugo Moyano, está merodeando. Incluso, sectores del kircherismo bonaerense más duro les interesa la cartera, tanto por los subsidios al transporte que maneja como por la injerencia en la hidrovía, la principal obra de infraestructura logística del país. Si bien el control del Ministerio, según se desliza desde la Casa Rosada, seguirá bajo el ala de Massa, estos sectores apuntan a cargos estratégicos.

En ese marco, y dentro de la multiplicidad de voces que tiene el frente gobernante, los empresarios con intereses en la hidrovía se sentían cómodos con la línea de Meoni (y por ende con Massa) frente a las posiciones más kirchneristas que quisieron en un principio cambiar el sistema reemplazando el régimen de concesión para armar una empresa estatal que administre el canal navegable. Y por eso anoche empezaron a sentir tranquilidad con la información de que Fernández había ratificado el control político de Massa en Transporte.

Lo cierto es que el dolor por la muerte de Meoni provocó que los múltiples lobbys que confluyen por el tema se guardaran. Pero internamente los llamados y mensajes internos en busca de alguna señal están a full.

En ese sentido, en ámbitos empresarios no pareció acertada la decisión de suspender la reunión del Consejo Federal de la Hidrovía prevista para el lunes, y adonde iban a confluir funcionarios nacionales, gobernadores y empresarios, porque eso profundizó la incertidumbre. Es que hubiese sido un buen lugar para rendir homenaje a Meoni y al mismo tiempo enviar una señal de cuáles serían los próximos pasos a seguir por la administración.  El tema está tan en ebullición que el XV Encuentro de Transporte Fluvial, que organiza el Instituto de Desarrollo Regional (IDR), que arranca esta tarde, promete ser la caja de resonancia del agitado proceso. Con el lema de "El futuro del transporte fluvio marítimo regional", irá desde este martes al jueves y ya tiene más de 400 inscriptos que escucharán por tres días (martes, miércoles y jueves) a los principales funcionarios, empresarios y analistas.