Argentina está en las semifinales del Mundial de Qatar 2022. En un partido para el infarto y cambiante, el conjunto de Lionel Scaloni estuvo 2-0 arriba, pero Países Bajos se recuperó y empató en la última jugada del tiempo reglamentario. En el alargue no se sacaron ventajas, aunque la albiceleste contó con las mejores chances, y todo se definió por penales: Emiliano Martínez atajó los dos primeros remates y Lautaro, el 9 que venía peleado con el gol, aseguró la victoria y el pase de ronda para el 4-3 desde los doce pasos.

La llave del partido estaba por las bandas. Con el cambio de esquema, Scaloni emparejó los duelos con los laterales rivales y le jugó en “espejo” al conjunto de van Gaal. Molina con Blind en la derecha y Acuña con Dumfries del otro lado. 

Sobre Messi, una presión asfixiante: muchas piernas y jugadores para rodear al 10 cuando le llegaba la bocha, sobre todo en los minutos iniciales. Países Bajos se paró del medio hacia su propio campo y achicó espacios para atrás, como se preveía. 

El trámite del juego se dio dentro del molde de lo imaginado: dos equipos que no se exponían demasiado porque esperaban el error del otro. Dientes apretados y mucho en juego en los primeros pasajes. Justamente, el denominador común fue la paridad, producto de los pocos espacios para jugar y el temor a equivocarse. 

En ese duelo del uno contra uno, lo que le faltó a Argentina fue juego asociado para progresar cada vez que recuperaba la pelota, en su cancha o cerca del medio. La paridad se tradujo, entonces, en pocas llegadas para ambos equipos: apenas un remate de media distancia en los pies de Messi, que se fue por arriba del travesaño, y una réplica similar de Memphis, desviado por un costado.

El nudo se desató, como ante México y Polonia en la fase de grupos y en los octavos con Australia, con una genialidad de 10 argentino: a los 34’ del primer tiempo, Leo recibió de Nahuel Molina en tres cuartos, encaró en velocidad, juntó marcas y le dio un paso magistral de zurda al lateral derecho, que se desprendió y llegó al área para puntear la pelota de manera perfecta y poner el 1-0 en Lusail. 


En un duelo de tanto estudio y precauciones, el gol fue lo que alteró las posturas y abrió un poco el juego. Países Bajos retomó el control de la pelota y Argentina esperó agazapada, lista para salir con velocidad al contraataque. Así, estuvo cerca de ampliar la diferencia, pero no estuvo precisa en los últimos metros. Y de tiro libre, Messi le pasó raspando al travesaño.

Van Gaal mandó al grandote Luuk de Jong en el comienzo del segundo tiempo. Scaloni también reacomodó piezas: sacó a De Paul., que arrastraba una molestia muscular, y puso a Leandro Paredes como volante central, dándole más libertades a Enzo Fernández. 

A los 25', Acuña, de mucho mejor complemento que primera parte, apareció atacando por la izquierda, frenó y Jurrien Timber lo bajó dentro del área. Mateu Lahoz no dudó y cobró el penal que Messi, con mucha clase, transformó en el 2-0 para la selección argentina. 

El equipo de Scaloni parecía tener todo controlado, con dos goles de ventaja, Países Bajos desesperado y con el reloj en contra, pero los europeos consiguieron descontar con cierta rapidez. A los 37', Koopmeiners ejecutó un buen centro para Wout Weghorst, que conectó bien para cabecear y vencer la resistencia del Dibu Martínez. 

El gol le puso suspenso, tensión y ansiedad al cierre del partido, con mucha pierna fuerte, algunos cruces y empujones entre los futbolistas. 

Países Bajos no se dio por vencido. Tenía resto físico y anímico para ir en busca del empate. Argentina terminó acorralada contra el arco de Martínez, el árbitro agregó 10 minutos y en una jugada preparada, el conjunto de van Gaal llegó a la igualdad y forzó el alargue en Lusail.

En un tiro libre al borde del área, Berghuis jugó por debajo de la barrera, Weghorst recibió, dio media vuelta y definió ante la salida de Dibu, para empatar el partido 2-2 en el último segundo de juego. 

El primer tiempo del alargue mostró a dos equipos, como al principio del partido, pensando más en estudiarse y cuidarse ante el posible error propio que buscando un tercer gol. Aunque esa paridad se quebró en el segundo, donde Argentina estuvo cerca, muy cerca, de quedarse con el boleto a semis sin necesidad de ir a sufrir en los penales. 

Lo tuvo Di María, que entró como última apuesta de Scaloni pese a no estar a pleno físicamente, en un tiro olímpico que sacó el arquero. También Otamendi, que conectó uno de los tantos centros que llovieron sobre el área de Países Bajos. Y lo tuvo Enzo, en la última, con un potente derechazo que pegó en el palo y salió. No era en el alargue, era en los penales, como en las semis de Brasil 2014, también contra el equipo de van Gaal. 

La progresión de los penales


0-0: pateó Virgil van Dijk y atajó Martínez.

1-0: Messi convirtió su penal para Argentina.

1-0: Dibu Martínez se lo tapó a Steven Berghuis.

2-0: Leandro Paredes amplió la diferencia para Argentina.

2-1: convirtió Teun Koopmeiners para Países Bajos

3-1: Gonzalo Montiel marcó para Argentina.

3-2: convirtió Wout Weghorst para Países Bajos. 

3-2: Enzo Fernández definió afuera. 

3-3: Luuk De Jong igualó para Países Bajos.

4-3: Lautaro Martínez convirtió el penal de la victoria para Argentina.