Argentina jugó como candidato pero sufrió como casi todas las selecciones en esta Copa del Mundo para ganarle por 2-1 a Australia y conseguir el boleto a los cuartos de final. Lionel Messi y Julián Álvarez marcaron para la Scaloneta y Goodwin, tras un rebote en Enzo Fernández, descontó para los oceánicos y les dio vida hasta el final. En la última bola, Dibu Martínez salvó el resultado con una tapada magistral. El rival en la próxima ronda será Países Bajos, que este sábado eliminó a Estados Unidos. 

El desarrollo del juego y el planteo australiano le presentó muchas complejidades -más de las esperadas, quizás- al equipo argentino en el comienzo del partido.

Australia, pese a que en un momento recurrió a las faltas sistemáticas cuando no llegaba a las coberturas, le achicó espacios y no le dio respiro a la Scaloneta para jugar en el medio y en tres cuartos de cancha, aunque eso no lo hizo perder la paciencia y siguió buscando con pases cortos a la espera del momento justo paa cambiar de sentido y acelerar. 

Después de un primer cuarto de hora con el equipo de Scaloni manejando la pelota y buscando cómo abrir la defensa rival, los australianos equilibraron la posesión y empezaron a animarse un poco más. O Argentina, tal vez, lo dejó salir un poco del fondo para intentar lastimarlo de otra manera

Sin embargo, aunque Australia tuvo algunos minutos el balón, su postura fue la misma: se replegó con muchos futbolistas detrás de la línea de la pelota, doblando las marcas y presionando en bloque. Argentina lo padecía y jugaba incómoda. Ese gran nudo lo pudo desatar, como ante México, Lionel Messi.

A los 34’, tras un despeje que quedó corto, el capitán recibió sobre la izquierda, tocó para Alexis Mac Allister y picó en busca de la devolución. La pelota le llegó primero a Otamendi, que había ido a cabecear, y el defensor se la dejó al 10, que con un zurdazo preciso al segundo palo logró el 1-0. Fue el primer remate al arco de Argentina en el partido. 

El gol liberó y cargó de confianza al equipo, que hasta ahí estaba haciendo un partido correcto sin pelota pero no había podido imponer su jerarquía en ofensiva ni preocupar a los Canguros, mentalizados y enfocados en su plan de obstaculizar y destruir cualquier arranque argentino. 

El complemento mostró a los australianos golpeados y sin capacidad de reacción. Scaloni cambió al Papu Gómez, con un golpe en el tobillo, por Lisandro Martínez y armó una línea defensiva con tres centrales. Y el juego argentino no dejó de crecer, con un rival que nunca pudo reponerse del golpe del primer tanto. 

Argentina volvió a mostrar su cara más temible, con juego asociado en corto, rotación, diagonales, la presión asfixiante de De Paul, el buen manejo de Alexis y la chispa de Messi. Así, arrinconó a Australia y forzó su error en una salida: De Paul presionó al lateral izquierdo, Julián fue sobre el arquero, robó la pelota y la tocó de derecha al fondo del arco. Fue el 2-0 y la explosión argentina en Qatar. 

Argentina tenía el partido controlado, desde el juego y el resultado, pero en una jugada aislada y poco fortuita Australia se chocó con el descuento y volvió al partido. Tras un disparo de Goodwin cerca del área, el balón rebotó en Enzo Fernández y descolocó a Dibu Martínez.

El gol fue un golpazo para la Scaloneta porque desde el juego había conseguido una diferencia justificada y merecida, que se achicó en cuestión de segundos en una acción desafortunada. Pero Argentina, lejos de caerse, siguió jugando como lo venía haciendo y encontró a un Messi fuera de serie en los minutos finales, generando varias chances para liquidar la historia. 

Pero en ese pasaje el equipo no estuvo fino de cara al arco, especialmente Lautaro Martínez, que tuvo dos muy claras y definió mal. Tampoco pudo cerrarlo Leo, que estuvo muy cerca. La Copa del Mundo tiene estas cosas y a la selección le tocó sufrir hasta la última bola: en el sexto minuto agregado, Kuol quedó cara a cara con Dibu Martínez en el área chica y el arquero le tapó lo que hubiera sido el gol del empate. 

Argentina terminó sufriendo un partido en el que jugó como candidato, en especial en el segundo tiempo. Por esas cosas del fútbol que un Mundial se potencian, porque Australia se quedaba afuera y lo fue a buscar con lo poco que tenía, pero también por que la Scaloneta no concretó las chances que tuvo. 

La espectacular atajada de Martínez y el abrazo de todos sus compañeros sintetizó lo que fueron esos minutos finales. La selección avanza en la Copa del Mundo y se metió en los cuartos de final, donde ahora se cruzará con el duro Países Bajos de Louis van Gaal.