Después del paso en falso en Avellaneda y de jugar de local en San Nicolás, este sábado Central recuperó su fortaleza en Gigante de Arroyito y derrotó a Gimnasia y Esgrima de La Plata por 2 a 1. Carlos Quintana metió el primero en la madrugada del juego, luego Martínez Dupuy puso el segundo. De Blasis descontó de penal. Así, estiró el invicto en casa a 31 sin derrotas

El Canalla jugó un buen primer tiempo. Manejó los hilos del partido y pegó duro dos veces. Primero pegó y después hizo mérito. Y estuvo atento para sacar ventaja de nuevo cuando el puntazo goleador de Dupuy estiró la diferencia.

El resultado entró en duda cuando Damián Martínez cometió el penal que le dio vida a Gimnasia. De Blasis hizo lo que tenía que hacer y la diferencia se redujo casi a la nada. 

El primer tiempo terminó con cierta incertidumbre. Sin embargo, fue Gimnasia el que se dedicó a facilitar la tarea de Central. Porque en el complemento casi no inquietó. El equipo de Madelón jugó un muy pobre partido y ni siquiera le hizo cosquillas al de Russo. 

El segundo tiempo fue monótono y opaco. Central no quiso arriesgar de más y Gimnasia no pudo, no supo cómo. Vinieron los cambios y el juego se acartonó más. Los dos pensaron en lo que venía y se olvidaron de lo que tenían enfrente. 

Lo que se viene es el clásico para los dos. Russo le dio descanso a los dos volantes centrales, a Dupuy y a Malcorra. También salió Quintana acalambrado, a quien le cuesta llegar al final de los partidos. 

Lo importante para Central es que volvió a ganar y volvió a hacerlo en casa. El Gigante es cada vez más una fortaleza. Van 31 partidos sin derrotas y el récord cada vez más cerca. 

De todos modos, esa marca hoy casi no fue tema porque nunca estuvo en discusión. Lo que si se escuchó en todo el estadio durante toda la noche fue que "el domingo cueste lo que cueste"... usted sabe como termina la canciónn.