El futbolista colombiano Duván Vergara hizo declaraciones en las últimas horas que retumbaron en el mundo canalla. El delantero indicó que en su estadía en Rosario “la pasó mal” y que no tenía ni para comer. Por ello, el presidente de Central, Rodolfo Di Pollina, salió a dar la versión del club.

“Quiero ser muy contundente en esto. Nos llamó mucho la atención lo que dijo, nosotros le cumplimos todo el contrato a Duván, tal cual estaba firmado”, dijo el presidente Canalla. En tanto argumentó: “Si vos no le cumplís a un jugador corrés el riesgo de una sanción de Superliga”, agregó este domingo en Cada Día por El Tres.

A su vez, Di Pollina explicó que sus declaraciones se dan en referencia con las expectativas que tenía el jugador. Para el presidente de Central el malentendido tiene que ver con un problema relacionado con el valor del dólar: “Seguramente pasa por el tipo de cambio. Nosotros acá firmamos con el precio del día y no podemos y no podemos hacernos cargo del aumento del dólar porque es inviable para los clubes”, dijo.

Vergara había expresado que le dijeron "que iba a ganar un sueldo y terminé ganándome otro”. Y agregó: “Decían que yo tenía la rodilla mala, que supuestamente tenía los meniscos jodidos, pero que eso no me impedía jugar, aunque si me lesionaba de eso me quitaban la mitad del sueldo. Era más que todo como un negocio”.

“Nosotros tampoco podemos meternos en sus gastos individuales ni en cómo maneja su economía. Y me parece que su sensación también tiene que ver con sus frustraciones deportivas, que lamentablemente no tuvo la chance de jugar tanto”, dijo Di Pollina.

Duván Zapata había agregado detalles respecto de su mal paso por Rosario: "Se me vino cayendo como el mundo porque yo estaba con mi mamá en un país que no conocíamos y la verdad que mi mamá y yo lloramos mucho. Se supone que uno va comprado porque le va a cambiar la vida y no fue así", sorprendió.

El directivo canalla aseguró que el club hace un seguimiento de los futbolistas que llegan desde otros países: “Nosotros tratamos de ayudarlos, de conseguirles escuelas para los chicos, le buscamos una casa, etc. Con Duván costó un poco más de lo habitual. Le costó adaptarse y encontrar una casa”, aseguró.

El delantero aseguró que su compañero Jarlan Barrera lo ayudaba: “Ya cuando conseguimos un apartamento él (Barrera) me ayudó y nos compró licuadora, televisor. Son cosas que nadie sabe, qué pasé muy mal allá”.

Por último dejó claro: "Era muy complicado rendir en las condiciones que yo estaba allá. Yo no estaba bien. Mi corazón estaba mal porque no jugaba, no me pagaban, a veces no tenía ni para comer y Jarlan era el que me ayudaba", finalizó el jugador.