El 30 de noviembre se viralizaron publicaciones viejas de contenido racista en las redes sociales, escritas por algunos integrantes de Los Pumas, entre los que se destacaba el capitán del equipo, Pablo Matera, quien brindó su primera entrevista y se refirió al tema. 

Minutos después de explotar el escándalo, tanto él como uno de sus compañeros, Guido Petti, decidieron dar de baja sus cuentas, por lo que todos los mensajes desaparecieron.

Tras el escándalo desatado, la Unión Argentina de Rugby (UAR) suspendió a Matera, Petti y Santiago Socino y revocó la capitanía de Los Pumas de Matera. Sin embargo, días después, el organismo retrocedió en su decisión y optó por no castigar a los involucrados.

Pasaron 20 días desde aquella polémica, y Matera decidió hablar con un medio de Francia para contar su versión de lo ocurrido. "Fue un mal uso de las redes sociales con un grupo de amigos del colegio. Un mal chiste. Simplemente quiero decir perdón", dijo el ala del Stade Francais en una nota que se iba a emitir de manera completa este domingo por la noche.

"Imagino que hubo un montón de gente que se sintió herida y que se sintió ofendida", señaló el deportista que en su momento también se disculpó por las redes sociales.

El wing de 27 años contó que pasó "momentos muy duros", dijo estar "muy avergonzado" y pidió disculpas "a todos los que salieron ofendidos" por sus mensajes discriminatorios. 

Tras la viralización de sus mensajes racistas, Matera se mostró arrepentido y salió a pedir disculpas.

"En ese momento no imaginaba en quién me iba a convertir. Hoy me toca hacerme cargo de lo que dije hace 9 años. Perdón también a mi equipo y mi familia por el momento que están pasando por mis acciones y gracias a la gente que me quiere por su apoyo", escribió en su cuenta de Instagram.

El capitán no fue el único que eligió la red social para llevar a cabo su descargo, lo mismo ocurrió con sus compañeros Guido Petti, segunda línea, y Santiago Socino, hooker, quienes también habían publicado comentarios justificando una postura clasista y discriminatoria, que también fueron muy repudiadas.

La asociación que rige el rugby en Argentina había emitido un comunicado para explicar por qué razón tomó la decisión de no sancionarlos, explicando que ninguno de los tres jugadores "han repetido acciones similares durante estos más de ocho años, y que han demostrado durante este tiempo ser personas de valores firmes e íntegros y dignos de integrar nuestro seleccionado".