Rosario Central está muy cerca de coronar la llegada de Jarlan Barrera, el volante creativo tan anhelado de Junior de Barranquilla. Y lo hará luego de una extensa negociación con Tigres de México, club que adquirió su pase en una gestión no exenta de polémicas.

Es que Barrera firmó un precontrato con Tigres que luego desconoció. Y dejó muy mal parado a Alessandro Monfrecola, su representante, quien le acercó la propuesta de la entidad azteca meses antes de rubricar, por su cuenta, otro vínculo con Rosario Central.

Barrera les negó a los dirigentes canallas la validez de aquellos documentos y que Monfrecola fuera su apoderado. Pero luego esos papeles fueron reconocidos por un perito calígrafo y así, los canallas debieron hablar directamente con los de Monterrey, con quienes finalmente acordó un préstamo del mediocampista por un año a un valor de 200 mil dólares.

 

Barrera, junto a Monfrecola y su tío, el Pibe Valderrama.


"La situación se está resolviendo muy bien, como esperábamos. Están hablando los clubes para cerrar un préstamo por un año, pero el pase se queda en Tigres. Central se quedaría con un 15% de una venta futura", le dijo Monfrecola a Zapping Sport

"Se va a arreglar todo entre los clubes, como debía ser. Los directivos fueron muy maduros y no van a tener que ir a FIFA. Ahora sólo resta saber la letra chica, pero está todo arreglado", abundó en Radio 2.

 

Barrera llegó a Rosario el último domingo.

El futbolista se encuentra en Rosario a la espera de la revisión médica y la firma del contrato que le permitirá, tal como fue su deseo, vestir la casaca canalla en la próxima edición de la Copa Libertadores de América.

Por su parte, Monfrecola afirmó que ya no trabajará en la representación del jugador colombiano: "No puedo seguir con un futbolista que no me reconoce profesionalmente y que negó tener un vínculo conmigo que sí existía. Porque yo tengo los papeles que lo certifican", cerró.