¿Para qué sirve el deporte? Un chico con una pelota de básquet en la mano se la pasa a otro y corre a su ubicación. Se topa con un rival, se frena de golpe, cruza los brazos, lo bloquea y gira esperándolo de regreso. El que lo tiene en sus manos lo usa de señuelo. Amaga a devolvérselo y busca a un tercero que corre hacia el aro. Se la pasa. El que recibe, encesta.
Una nena juega por primera vez sobre una viga de equilibrio. Hace una pirueta y encuentra que ese juego será el motor del inicio de su vida. Un padre lleva a su pequeño al club del barrio y realiza la primera acción altruista de su vida de padre. Lo deja a cargo de un desconocido y confía en que su nueva guía será acorde a sus valores. Si bien había hecho un acto similar cuando lo dejó por primera vez en el jardín, ahora la cosa es diferente.
Hoy es una pregunta válida. No porque haya que buscarle la utilidad, sino justamente para demostrar que no hace falta que todo sirva para algo. Pero al deporte no le importa responder preguntas. Te dice en la cara que sirve para liberar al otro, para ser solidario. Para aprender que el otro es necesario.
Este martes 9 de septiembre será una fecha muy recordada para Rosario. Una tarde de primavera, en pleno invierno −todavía−, con los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento (Jadar) 2025 empezó el camino olímpico en la Cuna de la Bandera. Más de 2.500 atletas de todas las provincias comenzaron a alimentar su sueño. Y la ciudad debía estar a la altura de ello.
"Comenzamos a trabajar con la idea de que serían unas 14 provincias las que estarían en los juegos, pero hoy están todas. No falta nadie. Es una gran alegría", le dijo Diego Sebben, subsecretario de Deportes de la ciudad a Rosario3.
Rosario se fue preparando con mucha tenacidad para ser sede de un evento como este. En 2012 quiso ser sede de los Juegos Panamericanos 2019 Ya había organizado el Campeonato Mundial de Hockey sobre césped femenino en 2010, con Luciana Aymar como emblema. Fue por todo desde el principio. Quizá, lo reconocen por lo bajo, fue demasiado ir por todo desde el arranque. Luego de perder la elección con La Punta para representar al país en el sueño panamericano (finalmente fue Lima la elegida), la idea fue cambiar la estrategia y empezar a preparar la ciudad con eventos que fueran dejando estructura y experiencia de manera ascendente.
En 2013 fueron por los Juegos Suramericanos de Playa que se realizarían en 2019 y la cosa empezó a crecer. El Rally Dakar durante 3 años (2014, 2015, 2016), el Mundial juvenil de Rugby, Juegos Suramericanos de la Juventud en 2022, la Copa América de Fútbol Playa en 2023, la serie de Copa Davis entre Argentina y Kazajistán en 2024; entre otros eventos. El deseo, aunque no lo digan, es pegar la vuelta. Volver al principio: los Juegos Panamericanos. Pero hoy es hoy. Y los Jadar 2025 son un nuevo comienzo.
"Me parece interesante la idea de largo plazo que tiene Santa Fe. En tiempos de los Suramericanos de Playa había una empuje muy grade y hoy veo que se ha pulido muchas cosas y estoy realmente sorprendido con este evento", le dijo Julian Azzad a Rosario3 en las callecitas internas del parque deportivo. Hoy su tarea es la de entrenador del equipo de Voleibol playa de Entre Ríos, pero su vínculo con Rosario es ineludible, luego de muchos años como compañero del rosarino Nico Capogrosso, como la pareja estrella en el país, en su disciplina.
A una ciudad le sirve para alimentarse de energía, para generar endorfinas, para mostrar un camino, para hacer historia, también para llenarse de turistas y mover la economía, que es lo que a mucha gente por estos días parece interesarle. A los organizadores les sirve para corroborar que nada es imposible si hay determinación, trabajo y método. Al deportista, para tener un objetivo, para desafiarse, para desafiar a otros.
El primer día, desde las 8 de la mañana hasta casi las 5 de la tarde, la zona de Oroño, entre Pellegrini y 27 de febrero, se colmó de júbilo y también de estrés. Había que pasar la primera prueba. Los espacios delineados y segmentados, la señalética le daba un tono poco habitual al Parque Independencia. Se esperaba con ansias el discurso oficial para dar comienzo formal a la competencia. Y ahí sí, empezar a disfrutar de los juegos.
El deporte sirve para aliviar tensiones, para escaparse de los problemas, para sociabilidad y juntarse con el prójimo, para sentir que se está vivo. Para el que no tiene nada es una forma de tener algo. Una ilusión. Pero también es un camino de certezas para lo que tienen un futuro incierto.
Una chica salta. A la altura de su mentón, la red que la separa de las adversarias. Remata. La pelota da en unas manos que del otro lado superan también la altura de la malla. El balón sigue su curso a pesar del desvío. Caerá al suelo y será punto. Pero otra joven, desde abajo, vuela para evitarlo. La panza, el pecho y la pera llenos de arena. Lo logra. La recupera. El deporte sirve para salvar al otro. Y para ser salvado.
Arrancaron los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento. Ya lo dijo la poeta polaca Wislawa Szymborska: "Todo principio no es más que continuación y el libro de acontecimientos está abierto siempre por la mitad".



