1 – Jorge Broun: “¡Un loco hermoso! Fatu tiene una personalidad destacada. En Central fue un arquero clave y fundamental en distintos momentos del club. Cuando subí a la primera división de Central, fue el nexo ideal entre los experimentados y los más jóvenes del plantel. Fue muy importante para mí comunicarme con él para poder llegarle a los referentes del plantel”.

2 – Gustavo Alfaro: “El DT que mejor lee los partidos en los entretiempos. Gustavo me dirigió en Huracán y me sorprendieron gratamente sus formas, sus correcciones y sus decisiones en los entretiempos. En esos 15 minutos marca la diferencia. Con su tranquilidad, claridad y con su estilo filosófico, te da la clave justa y te convence sobre lo que tenés que hacer para ganar el partido. Con él en el banco, ganamos muchos partidos en el segundo tiempo. Es, sin dudas, uno de los mejores entrenadores que tuve en mi carrera y tengo un agradecimiento eterno hacia Alfaro por todo lo que me aportó para que pueda potenciar mi carrera”.

3 – Germán Pezzella: “Un futbolista con una cabeza privilegiada. Germán es un jugador muy serio, con una terrible mentalidad ganadora. Fuimos compañeros en la selección sub 20 y ya demostraba ser un joven-viejo. Siempre fue así, por eso consiguió ser el enorme jugador que es hoy”.

4 – Juan Pablo Vojvoda: “Un DT extremadamente moderno. Juan Pablo es un entrenador que le da mucha importancia a lo táctico, pero a la vez, tiene la sencillez para darle a los diferentes del equipo toda la libertad para que resuelvan en situaciones límites. Es un gran DT”.

5 – Miguel Russo: “El único DT de todos los que me dirigieron que nunca más saludé. La relación con Russo no terminó mal porque no llegamos a chocar, ni a pelearnos. Mezcló las cosas en un receso, cuando por querer traer a otro nueve discutió con Jorge Balbis que era mi representante. Luego de esa discusión, pasé de ser titular a no estar ni sentado en el banco de suplentes. Sin hablarme me colgó. Me dolió muchísimo, a tal punto, que en el primer partido ante Sarmiento de Junín, estaba tan angustiado que lloré en el vestuario. Sentí que no merecía ese trato después de haber puesto la cara en el peor momento de la historia de Central. Además, la historia con Russo tiene en el medio el gol que le convertí a Defensa y Justicia, que nos dio el triunfo bisagra para lograr el ascenso y que le permitió a él seguir como entrenador de Central. Si no ganábamos estaba afuera. El día después del partido, un DT que prefiero no nombrar, me llamó y me dijo: «Por tu culpa no tengo trabajo». Igual, por la trayectoria, por cómo vive el futbol, tengo admiración total y me saco el sombrero por Russo. Una lástima que nuestra relación no haya terminado como me hubiese gustado”.

6 – Cristian González: “¡Un ídolo! Fue un sueño para mí compartir plantel con el Kily. De admirarlo en la selección argentina a tenerlo como compañero en mis inicios en la primera división de Central, fue algo increíble e inolvidable. Conmigo se portó muy bien, fue muy humano, humilde y cercano”.

7 – Martin Cardetti: “Un DT apasionado. Martín es un entrenador que se pone muy loco porque vive y sufre el futbol como cuando lo jugaba. Me dirigió en Independiente Santa Fe y lo considero un amigo. Con él viví una experiencia hermosa porque yo estaba solo en Colombia y a diferencia de muchos entrenadores que establecen una distancia con sus dirigidos, él me brindó todo su apoyo y me incorporó a su círculo de convivencia. Es un tipazo”.

8 – Leonardo Madelón: “Un DT luchador. A Leo le agradezco eternamente porque fue el entrenador que primero me subió a primera y después me hizo debutar en la primera división de Central. Para mí claramente no fue el culpable del descenso de Central. Con él conseguimos buenos resultados, pero por el bajo promedio generado en las temporadas anteriores, no alcanzamos el objetivo”.

9 – Juan A. Pizzi: “De los mejores entrenadores que tuve en mi carrera. Con Juan no jugué mucho y no tuve mucha relación, pero me sorprendi. para bien, su estilo y su manera de trabajar. Fue una injusticia que Central dirigido por él no haya ascendido porque jugó mejor que todos los equipos que subieron a primera”.

10 – Ignacio Malcorra: “Una clara muestra de que el entrenamiento paga. Con Nacho fuimos compañeros en Unión y siempre me llamó la atención su obsesión por buscar la perfección en la pegada. Era su sana costumbre quedarse largas horas después de los entrenamientos pegándole a la pelota de distintos sectores de la cancha. A mí no me sorprendió que le haya dado muchas alegrías a los hinchas de Central”.

11 – Ramón Ábila: “El optimismo al 100%. Wanchope es un personaje cordobés, que como compañero lo amas. En la cancha es un caradura y se tiene una confianza ciega. Esos atributos lo llevaron a desarrollar un gran recorrido como futbolista profesional. Es un loco de gran corazón”.