Fotsing Per reunió un par de juegos de camisetas, los puso en la valija y le dijo a su mujer y a su pequeño hijo: "Me voy a Yaundé a fundar el Club Atlético Rosario Central de Camerún. Diez años antes, le había dicho algo similar a sus padres y a sus seis hermanos: "Me voy a Argentina a jugar al fútbol". A los 23 años partió de África y recorrió 9 mil kilómetros para cumplir su sueño en América del Sur. Ahora, diez años después, los hizo de regreso para concretar uno nuevo. El primero forma parte del pasado, porque hay otro que está en marcha.

En Rosario es vendedor ambulante. Tiene su puesto en Entre Ríos y Pellegrini: "Cuando no pude jugar más me dediqué a la compra y venta", explica. Y agrega que su pasión está en otro lado. En medio de una pandemia, y a distancia, reunió a 27 jugadores de fútbol, un grupo de dirigentes y creó un club: "Hace 5 años que estamos armando esto. Empezó por el sentimiento que tenemos. Hace diez años que vivo en Rosario. Cuando llegué, mis amigos me llevaron a la cancha de Central y desde ese día me enamoré de los colores, de la cancha y de la gente. Y decidí armar este proyecto para hacerlo realidad algún día", le dijo Fotsing a Rosario 3.

Su hermano mayor tiene un equipo de fútbol amateur en Camerún y a él se le ocurrió la idea de formalizar una franquicia de Rosario Central: "En este momento decidí salir de Argentina y volver a Camerún para materializarlo. Me vine con la ropa, las camisetas, las banderas, todo para armar el equipo. Acá, en la Federación Camerunesa de Fútbol (FECAFOOT) estamos armando todos los papeles. Este equipo va a jugar en la tercera división del campeonato de Camerún".

Si bien podría pensarse en una cuestión sentimental y folclórica, puede que detrás haya mucho más. Las ganas de que algunos de los chicos que se arrimen al nuevo club tengan las chances que –tal vez– el propio Fotsing no tuvo. Él llegó a la Argentina para jugar al fútbol, lo trajo el representante de futbolistas Omar Domínguez. Pasó por Instituto de Córdoba y por Boca Unidos, según contó. Y antes de dejar la actividad anduvo por el Boca de Serodino en la región.

Fotsing Per posó con la de Boca de Serodino en su paso por el fútbol regional.

"La idea es primero la formación de jugadores. Y con el tiempo trataremos de llevar jugadores jóvenes a la cantera de Central. Hay muy buenos jugadores aquí, solamente falta la infraestructura para poder potenciar sus talentos. Y Arroyito es un lugar perfecto para eso", describió.

Por ahora, el Rosario Central de Camerún tiene jugadores de Primera y de Reserva: "Todavía no tenemos divisiones menores, pero es lo que buscamos a futuro. Hay muchos pibes que están muy ilusionados. Les mostramos los videos de la cancha, de la hinchada, y tienen muchas ganas de jugar en la Primera de Rosario Central en Argentina".

Como la gran mayoría de los inmigrantes sufrió la discriminación en la ciudad, en la región, en el país. Pero dice que no le preocupa: "Esas cosas nunca faltan. Yo soy una persona a la que no le llegan esos comentarios. Depende de quién venga. Si es una persona que ha sido educada y lo hace por racista, sé como defenderme. Y si se trata de una persona con poca educación no le doy bola porque no sabe lo que está haciendo. Es muy feo sentirse discriminado".

Y agregó: "El argentino discrimina por cualquier cosa, no solo por ser negro. Cuando venís de clases bajas sos un villero, si no sos un cheto. Estamos acostumbrados a eso. Es cultural".

Fotsing habla desde Yaundé, la capital de Camerún. Donde el paisaje tropical y el arduo trabajo de los agricultores, de los que recogen el café, el cacao, los plátanos y las bananas que luego serán exportadas, se mezcla con los sueños de los pibes que quieren ser Roger Milla, el mítico delantero de la selección que en el Mundial de Italia 90 sorprendió a la Argentina de Maradona y al mundo entero: "Es el máximo ídolo en mi país. Y yo tuve la suerte de que sea mi técnico. Ese Mundial para nosotros es como una película. Hasta los nenes de 5 años saben que pasó. Hoy todo el mundo lo puede ver, se venden unos Cd's con los videos. Todo el mundo lo vio. Fue algo muy grandioso. El partido con Argentina hasta hoy lo sigo viendo, porque cada uno lo tiene en su casa".

Roger Milla lleva la pelota ante la atenta mirada de Basualdo y Calderón. Lo espera Burruchaga. Fue el debut del Mundial '90, con victoria para los africanos por 1 a 0.

Ahora, de momento, está de vuelta en su país: "Pero vine solamente para esto", advierte. "Voy a volver a Argentina en un mes, porque este proyecto se lo tengo que presentar a la Comisión Directiva de Central, necesitamos que sea algo formal. Mi idea es que en el futuro sea una filial reconocida de Rosario Central".

Con los colores auriazules, Fotsing pisa la pelota antes de un picadito bien argentino.

Su vínculo con Rosario ya no tiene vuelta atrás: "Mi familia está allá, tengo un hijo de 5 años. Es rosarino y es hincha Central", aclara como si hiciera falta.