Rosario Central no pudo cerrar esta temporada tan particular, con el Covid 19 como protagonista, con una sonrisa. En San Juan, el Canalla cayó por 3 a 1 ante Vélez Sarsfield en la definición de la Fase Complementación de la Copa Diego Maradona y se quedó afuera de la posibilidad de disputar otra final por un boleto a la Copa Sudamericana 2022.

Los goles del vencedor los anotaron Ricardo Centurión a los 8 minutos de juego de penal, Thiago Almada también desde los doce pasos a diez minutos del epílogo y Florián Monzón a los 47. A los 26' del primer acto, Alan Marinelli había igualado provisoriamente. 

Entre las incidencias, fueron expulsados Jonathan Bottinelli por la infracción del segundo penal (la pelota le pegó en el codo cuando quiso despejar un remate dentro del área) y Damián Martínez por un codazo a un rival, mientras que Pablo Galdames vio la roja por un planchazo sobre Lo Celso.

Vélez Sarsfield lo ganó con justicia, más allá de las polémicas por los dos penales que sancionó Patricio Loustau y por los que el Kily se fue muy enojado (también vio la roja cuando el cotejo había culminado).

Ambas faltas estuvieron bien cobradas: en la primera, Laso se llevó puesto torpemente a Bouzat y en la segunda, Bottinelli se tiró al suelo como arquero y desvió la pelota con el brazo. 

Los dos penales fueron golpes contundentes para Central: el primero porque ocurrió a poco de comenzado el juego; el segundo porque sucedió cuando los auriazules parecían firmes en la búsqueda del segundo y habían tenido chances concretas. 

Las rojas también estuvieron correctas: tanto las dos centralistas como la del futbolista velezano.

En Central se destacó nuevamente Vecchio: fue el más claro del equipo, jugó e hizo jugar. Y estuvo acompañado, un escalón más abajo, por Rinaudo, Marinelli y Ferreyra. Este último erró un mano a mano con Hoyos tras habilitación de Marinelli con el cotejo 1-1 que podría haber cambiado la historia.

Pero volvieron a fallar los de siempre: los dos torpes zagueros centrales (Laso y Bottinelli, por su hace falta aclarar) y también Martínez. Los principales blancos de las críticas de los hinchas, que le reprochan al DT la permanencia en el equipo y la persistencia en colocarlos entre los once.

Tras el golpe del 2-1, quedaron huecos en ofensiva que el juvenil Florián Monzón aprovechó para liquidarlo clavando el tercero. Tras ese tanto, ya no hubo tiempo para nada más.

De todos modos, Central hizo un digno partido ante un adversario que llegó a la semifinal de la Copa Sudamericana y que cuenta con mejor potencial futbolístico. Un aliciente para mirar el futuro con optimismo de cara a una temporada que demandará la participación en tres competencias: torneo local, Copa Argentina y Copa Sudamericana.