Rosario Central logró una valiosa victoria ante Defensa y Justicia en el Gigante de Arroyito. Este viernes por la noche le ganó 2-1 en la continuidad de la fecha 17 de la Liga Profesional de Fútbol, estiró su invicto como local, donde no cae desde agosto del año pasado, y sigue prendido arriba. El Halcón se puso en ventaja con un golazo de Bogarín, pero el Canalla lo empató con un cabezazo de Quintana y lo dio vuelta con un grito de Malcorra.

El equipo de Miguel Russo transformó al Gigante en una verdadera fortaleza. En su estadio no pierde desde agosto de 2022 (contra Banfield). Este año ganó siete y empató dos (23 de los 30 puntos que tiene). La racha completa es de 15 partidos (8 triunfos y 7 empates) sin conocer la derrota.

El choque entre dos animadores del torneo como Central y Defensa prometía una noche de emociones en Arroyito y no defraudaron. El comienzo fue favorable al Halcón, que dominó el terreno y la pelota, se hizo fuerte en el medio con una buena tarea de presión y le ganó casi siempre los segundos balones y las divididas al Canalla, una situación que el propio Russo notó de inmediato y luego acomodó.

Tras avisar un par de veces con llegadas profundas, abriendo el campo con Togni por izquierda y Alanís por la derecha, una buena acción colectiva que Bogarín coronó con un gran remate de media distancia puso en ventaja a la visita, a los 10 minutos. 

Pero la alegría le duró poco a los de Varela porque el equipo de Russo se repuso con rapidez y llegó al empate mediante una pelota detenida, dos minutos después: centro de Malcorra desde la izquierda, en un tiro de esquina, y un certero cabezazo de Quintana para el 1-1

A diferencia de otros partidos en el Gigante, donde Central supo imponerse desde el juego y la tenencia del balón, el estilo de Defensa, que la tuvo más, le cambió los planes. Por eso, lo mejor y más peligroso del Canalla en ataque llegó de contragolpe, intentando sacar provecho del manejo de Malcorra y la velocidad de Campaz.

Adaptado a esas formas y después de conseguir el empate, el equipo auriazul emparejó el desarrollo y empezó a jugar mejor que su rival. Y si bien estuvo cerca de volver a marcar en la primera parte y contó con las más claras, hubo aspectos del funcionamiento del equipo, como el retroceso defensivo y la ocupación de los espacios, que dejaron dudas y preocuparon al DT.

El partido no dio respiro y por momentos fue palo y palo, de ida y vuelta. Con dos equipos que atacaron y buscaron con intensidad, pero que fueron vulnerables atrás. Estaba para cualquiera, o para el que menos se equivocara. Llamado a ese juego, el Canalla pegó primero en el arranque del complemento, tras un desborde de Alan Rodríguez por la izquierda que Unsain no pudo despejar y le quedó servido a Malcorra para tocar de zurda y ponerse 2-1

Sin embargo, la ventaja en el resultado estuvo lejos de darle tranquilidad a Central en el trámite. Defensa sintió el golpe y fue a la carga en busca del empate. Y en ese momento fue cuando Broun, que ya había sostenido al equipo en la primera parte, volvió a cerrar su arco con algunas intervenciones salvadoras

Russo movió el banco con los ingresos de Bianchi y Ferreyra, en busca de opciones con más aire y resto físico para capitalizar los espacios cada vez más grandes que dejaba el Halcón en su afán de ir para adelante para tratar de llegar a la igualdad. Pero le faltó fineza y precisión en los metros finales para conectar al menos una de los contragolpes que tuvo. 

La buena noticia para Central, en ese contexto, fue que Defensa se desesperó y no tuvo la serenidad suficiente en ataque para lastimar. El Canalla resistió y defendió la ventaja con uñas y dientes apretados. Esta vez lo consiguió, y disipó los fantasmas de Boca y Atlético Tucumán, dos partidos que tenía ganados y se le escaparon en el último suspiro.

La victoria, además, le permitió superar a Defensa en la tabla de posiciones y lo dejó en el quinto puesto, a 7 puntos del líder River (jugará el domingo) y a 2 de San Lorenzo (jugará este sábado).