Poco después que se confirmara el deceso de Miguel Ángel Ruso, ícono del fútbol argentino, los vecinos del barrio 7 de Septiembre en el noroeste de la ciudad se acercaron al imponente mural azul y amarillo, el escudo, y un número 23 dentro de una estrella, por el título obtenido por Russo al comandar al equipo Rosario Central en 2023.
El mural fue creado por los propios vecinos, y fue el lugar elegido de forma improvisada para despedirlo, encendiendo velas.
Arriba de la imagen trazada por los vecinos una frase reza “la gloria no tiene precio”: la pronunció Russo cuando terminaba la fase regular de la Copa de la Liga, al ganarle a Arsenal, obteniendo la clasificación para los playoffs en el camino a la consagración. En esos días un grupo de hinchas inmortalizó las palabras del referente.
Este miércoles, al atardecer, una joven encendió las cuatro primeras velas del improvisado altar del barrio, y adelantó que “Russo estuvo acá y vio el mural”. Otro vecino con la voz quebrada y lágrimas precisó al móvil de Telenoche (El Tres) que “cuando vino nos saludó a cada uno y le agradecimos por el título y todo lo que nos dio. Sentimos un dolor bárbaro, era un laburante. Esperamos que su familia esté bien”.
Otro hombre, oriundo de Paraná y que estaba de visita, dijo: “Era un grande, se desvivió por Central, pero no solo fue prócer para nosotros, sino otros equipos. Es una tristeza, pero fue una alegría que se desvivió por la camiseta. Es un ejemplo de vida, que luchó hasta lo último”.
"No sufre más. Dio todo por Central, y ahora ya está descansando. Significó todo", aseguró una vecina.



