Claves del día: bancos expanden el crédito privado mientras el dólar muestra calma

Con la banca reorientando millones hacia empresas y familias, un mensaje de calma cambiaria via ONs y la apertura de la ley para un tratado con EE.UU., la Argentina entra en una fase de reto estructural que mezcla boom crediticio, negociación internacional e incertidumbre en la micro

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La economía argentina atraviesa un momento de transición decisivo en el cual tres ejes convergen para generar nuevas dinámicas: el crédito bancario, el mercado cambiario/inflación y la relación internacional/comercial, con un fuerte reclamo de la industria hacia el Gobierno y de otros sectores por la falta de reactivación de la economía. 

Los bancos locales han iniciado una reorientación de su portafolio: a finales de 2023 el financiamiento al sector público representaba cerca del 51 % del total de activos, mientras que el otorgado al sector privado había caído al 22 %. A marzo de 2025, esa participación privada subió al 44 %, lo que marca un cambio sustancial en la estrategia financiera. 

Este giro —la salida del financiamiento estatal y el ingreso del crédito hacia empresas y familias— es considerado clave para estimular el consumo y la inversión. Pero las elevadas tasas en los últimos meses golpeó la cadena de pagos y aumentó la mora. Además las restricciones de financiamiento al consumo también impacto en la actividad económica.

Mercado cambiario e inflación

En el frente del dólar y el régimen cambiario, la llamada “city” anticipa una mayor calma. Un reciente boom de emisiones de obligaciones negociables (ONs) en dólares —con tasas atractivas para inversores— está siendo examinado como un respaldo del esquema cambiario actual: mayor oferta de dólares, continuidad de mecanismo flotante administrado, y menos tensión visible. 

Sin embargo, esa tranquilidad es simultánea a una advertencia: aunque por ahora la inflación no se ha disparado, los analistas ven un riesgo real de que vuelva a acelerarse hacia el cierre del año.

El gobierno tendrá que mantener un equilibrio delicado: sostener la confianza en el tipo de cambio y al mismo tiempo controlar la expansión del crédito y del gasto para evitar nuevas oleadas inflacionarias.

Reformas y acuerdo comercial con EE.UU.

Por otro lado, el gobierno nacional está preparado para modificar la legislación argentina con el fin de hacer posible un acuerdo comercial con Estados Unidos. Aunque aún sin texto final, ya se analiza qué normas deberán ajustarse. 

Este acuerdo —que va más allá del comercio tradicional e incluye servicios digitales, protección de datos y propiedad intelectual— plantea para Argentina un cambio de paradigma en su inserción global. 

Al mismo tiempo, la Unión Industrial Argentina (UIA) exige la activación de una “segunda etapa” tras la estabilización macro: políticas industriales, infraestructura y una inserción internacional más activa. Cree que la mera apertura de mercado no es suficiente para que el país crezca.

Dentro de ese marco, hay inquietud por el destino de los dólares que ingresan bajo determinados esquemas, por ejemplo los vinculados a Scott Bessent, que alimentan importaciones desde China y generan tensión entre las expectativas de la industria y el gobierno. 

El balance general

Así pues, la Argentina parece cambiar de capítulo: de una economía con déficit financiero, crédito limitado al sector privado y restricciones cambiarias, a un escenario donde el sector bancario asume un rol más activo, el tipo de cambio opera con menor sobresalto y la regulación se reformula para integrar al país en una alianza comercial mayor.

Pero no todo está resuelto: ¿se traducirá ese aumento del crédito en inversión real y productiva? ¿El acuerdo con EE.UU. generará más oportunidades o expone al país a nuevos equilibrios difíciles? ¿Y podrá mantenerse la calma cambiaria sin que la inflación resurja y erosione el poder adquisitivo?

En definitiva, estas claves marcan el arranque de una fase en la que la Argentina no solo está manejando partidas financieras o hacendarias, sino rediseñando su lugar en el mundo y el rol de su sistema productivo. El tiempo de espera terminó: comienza la prueba de fuego.

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