Cuando la economía local nos pone a prueba, la mirada del inversor y el emprendedor argentino se posa, a menudo, en horizontes más estables. El desafío de encontrar una plaza con solidez macroeconómica y potencial de crecimiento se vuelve una brújula fundamental. En este escenario, Perú emerge como un faro que atrae capitales de este lado de la cordillera, y el último anuncio de la desarrolladora Argenway en Cusco confirma esta tendencia con un proyecto de alta gama junto a la cadena Hilton.
No estamos hablando de un capricho o una aventura. La decisión de Argenway, una empresa que ya cuenta con exitosos antecedentes en el país como el Hampton by Hilton Bariloche y otros proyectos en marcha en Rosario y la misma ciudad patagónica, marca su primera expansión internacional. Y no es un paso menor: se trata del desarrollo de un hotel DoubleTree by Hilton Cusco, una marca upscale que se posiciona en el segmento de servicio completo más reconocido a nivel mundial.
Cusco, la puerta de los Andes: la zanahoria para el inversor
Para entender por qué este proyecto es relevante para el inversor argentino, hay que poner el foco en el destino: Cusco. La ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, no es solo un punto histórico, sino la llave de acceso a Machu Picchu, emblema del turismo global y una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.
El embajador de Perú en Argentina, Carlos Chocano Burga, lo dejó claro durante el anuncio: Perú ofrece un entorno macroeconómico robusto. Pensemos en un país que proyecta una inflación anual menor al 3% para este año y que espera crecer entre el 3,5% y el 4% de su PBI. Para un inversor acostumbrado a las turbulencias, escuchar que la moneda peruana es la más estable de la región y que el riesgo país se sitúa en los 133 puntos (el menor de Latinoamérica) es como encontrar un oasis. Si a esto le sumamos una deuda pública que apenas roza el 32% del PBI, el andamiaje parece resistir mucho mejor los sismos económicos.
Pero la estabilidad no es la única ventaja. El sector hotelero en Perú recibe un incentivo que funciona como un potente imán: la posibilidad de recupero inmediato del IGV (18%) para proyectos de esta envergadura. Este beneficio tributario, sumado al acceso al crédito bancario local, fortalece la posición del país como un destino clave para las inversiones hoteleras. Es como si el Estado local pusiera la alfombra roja para facilitar la llegada del capital productivo.
Desde la óptica del turismo, Cusco tiene un perfil decididamente global: el 80% de sus visitantes viene del exterior. Con la próxima inauguración del Aeropuerto Internacional de Chinchero, se espera un crecimiento sostenido del flujo turístico internacional, consolidando su atractivo. Este factor es crucial para un hotel, ya que asegura una demanda constante y, en gran medida, atada a divisas internacionales.
Un negocio de alta costura: el ADN del DoubleTree by Hilton
El nuevo hotel no será un alojamiento más. Se proyecta con 95 habitaciones, un spa, terrazas panorámicas y espacios gastronómicos. Su diseño arquitectónico promete ser un punto fuerte, con el uso de materiales nobles y una estructura escalonada que busca integrarse respetuosamente con el entorno histórico cusqueño. Estará ubicado estratégicamente en el barrio de San Cristóbal, a pocos metros de la Plaza de Armas, lo que garantiza esa experiencia inmersiva que combina el legado incaico con un servicio hotelero de clase mundial.
La marca DoubleTree by Hilton, con más de 700 establecimientos en 61 países, es famosa por su icónica cookie de bienvenida y ofrece una hospitalidad moderna que combina confort, diseño y una fuerte impronta de experiencias locales. Este proyecto será el cuarto de la cadena en la ciudad, sumándose a otros ya existentes como el Hilton Garden Inn Cusco, el Motto by Hilton Cusco y el Hampton by Hilton Cusco, lo que habla de la confianza de la cadena en el mercado.
La inversión total para la construcción "green field" (desde cero) del hotel asciende a 20.5 millones de dólares y se levantará sobre un terreno de 2.648 metros cuadrados, con un área total a construir de 6.022 metros cuadrados. El proyecto, que ya cuenta con la aprobación de los revisores urbanos de Cusco y está en trámite en el Ministerio de Cultura, tiene prevista su obra en junio de 2026 y la apertura para mediados de 2028. Es un proyecto con horizonte a mediano plazo que permite al inversor planificar su entrada.
La sociedad: el ingrediente que garantiza la robustez
Una de las claves de la solidez de este emprendimiento es la sociedad detrás. Lisandro Cristiá, CEO y fundador de Argenway, destacó la sociedad argentino-peruana conformada con empresarios locales, Enrique Espinosa Becerra, Carlos Lozada Mendívil y Joaquín Mantilla, quienes aportan una larga trayectoria en el sector inmobiliario y la comunicación estratégica en Perú. Para el inversor, esto es tranquilizador: no es solo un capital foráneo, sino una alianza que suma el prestigio global de Hilton, el empuje regional de Argenway y el conocimiento profundo del terreno por parte de los socios peruanos.
Tal como lo expresó Valentina Luque, Directora de Desarrollo de Hilton para la región, este proyecto refuerza la presencia de la cadena en un destino tan emblemático y refleja el compromiso conjunto de ofrecer hospitalidad de primer nivel en lugares únicos. La colaboración entre Argenway y Hilton, que ya lleva seis años de éxito, sigue impulsando la construcción de nuevas propiedades con los máximos estándares hoteleros y la eficiencia operacional que caracteriza a la desarrolladora argentina.
Oportunidad a medida para el inversor
Pensando en el inversor que busca diversificar y colocar capital en ladrillos de alta calidad y rendimiento, Argenway implementará una estructura que permite la participación de distintos inversionistas. Esto es fundamental, ya que ofrece alternativas flexibles que se adaptan a diferentes perfiles y objetivos de inversión.
El modelo de inversión que pondrá a disposición su comunidad facilita el acceso a desarrollos hoteleros premium, democratizando la posibilidad de ser parte de un proyecto internacional que se apoya en una marca global como Hilton y en la solidez de un destino turístico en expansión. Para un emprendedor o inversor local, sumarse a este tipo de desarrollos no es solo una inversión en un activo físico, sino la oportunidad de participar en una economía estable y un sector con proyección de crecimiento en el corazón turístico de Latinoamérica.

Comentarios