Bitcoin parece haber entrado en una fase muy propia de los argentinos: la desconfianza. Hoy se sospecha de una manipulación que derivó en movimiento de precios. Pero, puede ir del desencanto al enamoramiento en un abrir y cerrar de ojos.
La combinación de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, nuevas medidas arancelarias y una ola récord de liquidaciones dejaron a Bitcoin (BTC) en una posición cuanto menos incómoda. En apenas 24 horas, la criptomoneda líder cayó más de 12%, perforó los u$s110.000 y arrastró a todo el ecosistema digital.
Sin embargo, la reacción llegó rápido. Este lunes, BTC volvió a posicionarse por encima de los u$s115.000, mientras Ethereum (ETH) y otras altcoins también rebotaron con fuerza. El movimiento fue interpretado por los analistas como una corrección técnica dentro de una tendencia mayor que sigue siendo alcista.
A la hora de hablar de precios, los analistas detectan una divergencia alcista en el Índice de Fuerza Relativa (RSI), que muestra pérdida de momentum vendedor y posibilidad de recuperación. El soporte clave se ubica entre u$s114.000 y u$s118.000, una zona que hasta ahora demostró solidez.
Si el precio logra sostenerse por encima de ese rango, el próximo objetivo técnico se proyecta hacia u$s126.000, y de superarlo, hacia los u$s135.000-u$s150.000, según modelos de Fibonacci y estructuras de acumulación identificadas en el gráfico semanal.
"Más allá de las recientes correcciones, consideramos que la tendencia alcista de Bitcoin a mediano y largo plazo permanece intacta", aseguran los expertos.
Para el referente, "la incorporación de BTC en portafolios de fondos y empresas contribuye de manera significativa a su legitimación como reserva de valor".
"Bitcoin sigue siendo la criptomoneda predominante en las carteras argentinas: representó el 55% del total de criptoactivos en las billeteras locales durante el primer semestre, frente al 49% registrado a fines de 2024".
¿Qué esperar hacia fin de año?
Pese a la volatilidad y los sobresaltos, el sentimiento de largo plazo sigue siendo optimista. "Esta bajada salvaje dejó varios bolsones de liquidez, y hacía ahí parece encaminado el precio. Los targets son u$s117.250, u$s118.000, u$s118.650 y u$s119.950", detalla a iProUP el analista Iván Bolé.
El experto cree que, "de proseguir esta senda, vemos que el último trimestre aún nos puede dar un nuevo pico histórico, en torno de u$s130.000-u$s150.000".
"El ciclo alcista está bastante maduro, y de a poco convendría internalizar que tras semejante impulso, de casi +70% desde abril, vendrá necesariamente una corrección en toda regla".
Así, mientras el dólar enfrenta presiones inflacionarias y los mercados tradicionales navegan entre la incertidumbre política y monetaria, Bitcoin sigue reafirmando su rol como refugio digital global, capaz de recuperarse una y otra vez de cada corrección. La historia reciente muestra que cada crisis fue, al final, una oportunidad disfrazada de pánico. Y esta vez, todo indica que no será la excepción.

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