Secco lidera la revolución verde con su nuevo carport solar de 1,15 MW: cubre 360 vehículos y genera 40% de ahorro energético

La empresa rosarina ejecutó el proyecto en cuatro meses con equipo propio y ya inyecta excedentes a la red pública. La instalación forma parte de un plan que incluirá almacenamiento energético y grupos electrógenos híbridos para bajar potencias contratadas

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La transición energética dejó de ser un discurso y se convirtió en inversión estratégica para las empresas argentinas. Secco acaba de demostrarlo con cifras concretas: inauguró en su Casa Central de Rosario un carport solar de 1,15 MW que ya genera el 40% del ahorro en su factura eléctrica y puede cubrir, en determinados momentos, el 100% de su consumo operativo.

La estructura, que comenzó a operar este año, alberga 2.520 módulos solares distribuidos en una arquitectura diseñada para proteger 360 vehículos mientras captura radiación solar. No es decoración verde: es autoconsumo puro, un modelo de autogeneración que alimenta las operaciones de la compañía y vuelca excedentes a la red pública.

El proyecto fue ejecutado íntegramente por el equipo de Ingeniería en Energías Renovables de Secco en cuatro meses, un plazo que contrasta con los tiempos habituales de desarrollo de infraestructura energética en el país. La instalación incluye 10 inversores de alta eficiencia que convierten la energía captada en electricidad utilizable de forma inmediata.

Autoconsumo: el modelo que cambia la ecuación de costos

El esquema de autoconsumo que aplica Secco implica que la energía generada se destina prioritariamente a sus propias operaciones, eliminando intermediarios y volatilidad tarifaria. Cuando la producción supera la demanda interna, el excedente se inyecta a la red eléctrica provincial, aportando energía limpia al sistema.

Este modelo no es experimental: es una respuesta directa a la estructura de costos energéticos que enfrentan las empresas en Argentina, donde las tarifas han escalado de manera sostenida en los últimos años. La capacidad instalada de 1,15 MW posiciona a este carport entre los más relevantes del país en su categoría.

La orientación Este/Oeste de los paneles no es arbitraria. Permite captar radiación solar durante períodos extendidos del día, maximizando la curva de generación y alineándola con los horarios de mayor consumo operativo. La tecnología de inversores de última generación garantiza que la conversión de energía solar a electricidad opere con mínimas pérdidas.

Además del retorno financiero, el diseño incorpora un beneficio adicional: la estructura provee sombra y protección para los vehículos de colaboradores y visitantes, mejorando las condiciones de trabajo y reduciendo la exposición a temperaturas extremas que impactan en el confort y la productividad.

Los próximos pasos del proyecto incluyen la integración de un sistema de almacenamiento energético y la articulación con grupos electrógenos híbridos. Esta combinación permitiría reducir las potencias contratadas con el distribuidor eléctrico, un movimiento que profundizaría el ahorro y aumentaría la autonomía energética de la planta.

El carport no es un caso aislado en la estrategia de Secco, pero sí representa un salto cualitativo en la escala de sus inversiones renovables. La empresa viene acumulando experiencia en el desarrollo de proyectos de energías limpias y ahora lo aplica sobre su propia infraestructura, demostrando que la sostenibilidad puede ser rentable cuando se ejecuta con criterio técnico.

La obra también refleja una tendencia más amplia: las empresas argentinas están evaluando cada vez más la autogeneración como herramienta de gestión de costos y riesgo. La volatilidad tarifaria, sumada a la disponibilidad de tecnología solar a precios competitivos, está redefiniendo los cálculos de viabilidad.

Secco construyó este proyecto con recursos propios y equipo interno, lo que habla de una capacidad instalada que no todas las compañías pueden replicar sin asistencia externa. La ejecución en cuatro meses marca un estándar de velocidad que contrasta con los plazos tradicionales de obras energéticas de magnitud comparable.

El mensaje es claro: la energía renovable corporativa no es filantropía ni marketing. Es balance, es estrategia, es reducción de vulnerabilidad frente a shocks externos. Y cuando una empresa de Rosario instala más de un megavatio en su propio techo, el resto del mercado empieza a tomar nota.

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