Con solo una puesta, impecables, recién comprados, sin estrenar, cortos o chicos. Así quedaron los uniformes colegiales comprados para el comienzo de clases del año pasado que habían arrancado el 2 de marzo, y cuyo último día fue el viernes 13, después de la suspensión del dictado de clases presenciales en las escuelas del país a causa de la pandemia del covid 19.

“Hola chicas! ¿Cómo se llama la señora que vende uniformes frente a la escuela?”, preguntó una mamá en el chat de 4° grado de una escuela del macrocentro. Ese mensaje desató una cadena de charlas sobre el poco uso del uniforme y el apuro por saber costos para tener todo listo para el 15 de marzo, fecha en que está anunciado el regreso a clases en 2021 para la provincia de Santa Fe.

Acá van.

“Solita: Hola chicas! ¿Cómo se llama la señora que vende uniformes frente a la escuela?

María: Febrero. Uniformes. Pandemia. Pará Solita!!!  me va a dar un síncope. Todavía no procesé que compré 5 chombas para nada en 2020.

Andrea: Pensando en uniformes??? Qué optimista!!!!! Vamos Sole!!!!

Solita: Tengo uniforme íntegro, más un par de zapatos sin estrenar

Laura: Voto por la mesa de intercambio a la entrada de la escuela! Debemos ser muchos en esa situación…

Laura: Tengo tablón y caballetes... hacemos un par de cartelitos y listo… feria de uniformes!

Andrea: Tengo dos pares de zapatos de varón N 35 y N 38 con un solo día de uso!!!!! Descripción: ��

Virginia: Ídem, no me acuerdo el número

Andrea: Vamos con el tablón!!!!

María: Te huelen Solita! Me acaban de mandar la lista de precios de los uniformes

No sé si reír o llorar...

Virginia: Va con la del año pasado versión pupera ��

María: Aguante la tolerita o una que le baile del hermano!!!”

La utopía de la feria con tablón y caballete, simulando una kermés que generó risas en el grupo de chat de un colegio, se hizo realidad en la mente y acción de dos madres con hijos en edad escolar que venían escuchando la problemática de los uniformes desde el año pasado.

Este lunes pusieron manos a la obra y crearon una cuenta de Instagram. El martes a la tarde armaron un mensaje de WhatsApp que enviaron a sus conocidos: “A ver si te pasó lo mismo que a nosotras... en el 2020 le compraste a tu hijo/a un uniforme que usó solo una semana y hoy le queda extremadamente chico? Si sos de las nuestras vamos a solucionarte el tema".

El mensaje se viralizó rápidamente entre los grupos de padres de la ciudad  y en pocas horas les llovieron los pedidos.

Fue un aluvión. En menos de 24 horas teníamos 800 seguidores. En un solo día llegaron 200 mensajes al whatsapp  y 300 al Instagram”, cuenta Susú Muniagurria, quien está a la cabeza del emprendimiento. El procedimiento es sencillo: se envía una foto de la prenda en fondo liso, el talle y los datos, se publica y si se vende ellas se ocupan de la entrega y cobro. 

Nos pareció que en este contexto, con los precios que hay, con un montón de uniformes que no se usaron, teníamos que hacer algo que facilite, que se reutilice y que no implique más gastos con la situación que se vive. La idea es que se pueda recuperar algo de lo invertido”, agrega la madre de niños de 8, 5 y 3 años.

“Algo que nos pasa es que la gente nos está pidiendo cosas. Nos dicen: ‘Conseguime la chomba del jardín', o  'necesito la pollera de hockey´”, relata. Susú trabaja junto a una amiga, que también tiene niños en edad escolar de 8 y 10 años. Las emprendedoras tienen experiencia en este tipo de ventas, ya que desde hace más de tres años realizan venta de muebles y decoración.

Uniformes: de a poco y en cuotas

Las consultas y ventas de uniformes comenzaron esta semana en la ciudad y la inflación se hizo notar. “Los uniformes sufrieron aumentos de hasta el 40% en promedio. Esta semana ya empezó el movimiento de gente comprando, y si bien no es masivo, desde hace tres días vemos gente en las cajas con uniformes de las escuelas privadas”, afirma Diego Martínez, encargado de una importante cadena de librerías de la ciudad.   

“Hay tres calidades, nosotros trabajamos sólo con la más alta que hay, y al mejor precio que lo podemos poner. Una camisa está desde $1295, un pantalón de vestir desde $1770, chomba con escudo desde $1700 o la pollera desde $1790. En zapatos hay ofertas de $1700, pero oscilan en $2500, y las medias en $200”, agrega. Si bien Martínez afirma que es pronto para hacer un análisis de las ventas, asegura que “por las dudas llevan lo básico: si el año pasado compraban dos, hoy llevan de a una”, por miedo a lo que pueda pasar con la pandemia.

Las ventas se realizan casi en su totalidad con tarjetas de crédito que tienen promociones, según el banco, con descuentos que van del 10 al 30%, y ofrecen hasta 6 cuotas sin interés. Las familias con más de un hijo en edad escolar, optan por la máxima cantidad de cuotas.

“La gente empezó a averiguar. Por ahí no compran tanto, pero vienen y se llevan los precios anotados. Después vuelven para medir o con una muda para chequear. Es bastante cautelosa a la hora de comprar porque no sabe si comprar tanto. Antes venían y llevaban uniforme para invierno y verano, para todo el año, ahora se llevan lo justo y necesario para poder arrancar y después irán comprando sobre la marcha. También hay mucha gente que le quedó del año pasado, que tiene la costumbre de comprar un poco más grande, y todavía les entra y no necesita comprar”, relata Carolina encargada del sector uniformes en un local céntrico. También expresa que varios dejan reservado el uniforme, y vuelven el día que sus tarjetas tienen descuentos y dan la posibilidad de pagar en cuotas.

El precio de los uniformes varía dependiendo la institución, los talles, la calidad y el lugar donde se adquieran. Una chomba manga corta de piqué de un colegio del macrocentro en talle 10 puede conseguirse desde $850 en un taller (en un solo pago y en efectivo) hasta $1700 en una casa de uniformes. Las polleras oscilan entre los $1500 y los $1900, y los pantalones de vestir desde los $1200 a los $1800. Los buzos sin friza, van entre los $1000 y los $2000, según el modelo.

En materia de calzado, los precios son aún más variados. Un par de zapatos escolares arranca con promociones de pares sueltos a $600 y llegan a superar los $3500 dependiendo el material y el modelo elegido. Lo mismo pasa con las zapatillas deportivas, donde los precios pueden ser aún más abultados.