Un estudio publicado en Frontiers in Forests and Global Change indica que, como consecuencia de los incendios y la grave deforestación que está sufriendo la Amazonia, la selva podría estar incrementando el calentamiento global. 

El nuevo estudio evalúa la influencia de la cuenca del Amazonas en el clima global, según explican desde Science Alert, y también analiza "los impactos directos de las actividades humanas en una de las mayores reservas de carbono de la Tierra".

La investigación señala que los incendios, las sequías y la tala están "liberando más gases que atrapan el calor de los que almacenan en las plantas y el suelo".

Los incendios, las sequías y la tala están "liberando más gases que atrapan el calor de los que almacenan en las plantas y el suelo".

"Talar el bosque está interfiriendo con su absorción de carbono. Eso es un problema", comentó a National Geographic el ecólogo y autor principal del estudio Kristofer Covey, del Skidmore College de Nueva York.

La Amazonia, conocida como "el pulmón del mundo", funcionaba como una especie de balanza que equilibraba parcialmente la emisión de los gases de efecto invernadero resultantes de las actividades humanas, liberando oxígeno en su lugar. 

Pero lo que está ocurriendo ahora es que está calentando la atmósfera en lugar de enfriarla, lo que se debe mayormente a la acción humana (incendios provocados y tala de árboles). 

Gases de efecto invernadero


Los gases de efecto invernadero, entre los que están el CO2, retienen la radiación enviada por el Sol en nuestra atmósfera, que de lo contrario se reflejarían y terminarían dispersos en el espacio. 

Según algunas estimaciones, la ausencia de estos gases llevaría a que la temperatura media de la Tierra fuera de unos -18ºC, mientras que su acumulación va elevando progresivamente el calor del planeta. 

La actividad humana está impactando negativamente en la zona, que equilibraba parcialmente la emisión de los gases de efecto invernadero.

Además del CO2, los otros gases de efecto invernadero que influyen en el cambio climático son el óxido nitroso (N2O) y el metano (CH4), que si bien no duran tanto en la atmósfera como el dióxido de carbono "son mucho más potentes". 

En la última década, señala Science Alert, las emisiones de estos otros dos gases de efecto invernadero han aumentado hasta inclinar la balanza en la Amazonia.

Este fenómeno se vio influenciado no solo por la tala de árboles o los incendios, sino también por la construcción de presas, las prácticas de extracción minera y la compactación del suelo para las tierras de cultivo y el pastoreo de ganado.

Los incencios intencionales son una de las principales causas del problema. 

Todos estos factores, junto con las inundaciones estacionales y las tormentas severas, están alterando la biodiversidad de la región y sus emisiones. 

Los investigadores están preocupados por el impacto de las actividades humanas, y sobre esto indicaron que "la Amazonia está empeorando el cambio climático al emitir más gases de los que absorbe naturalmente".