Trabajadores y trabajadoras del Hospital Carrasco estaban indignados este mediodía luego de que una enfermera sufriera el robo de su teléfono celular por un paciente que salió corriendo. Compañeras de la víctima le escribieron al Whatsapp y les respondió con un “no” tajante a la posibilidad de devolver el aparato.

M. una empleada del centro médico relató a Rosario3 que este martes a las 12, un hombre ingresó al sector de “febriles” del Carrasco con un dolor toráxico. El mecanismo, explicó, es que sea atendido primero en el sector de enfermería. Allí fue recibido por Marinés, quien en un momento abandonó la habitación para ir hablar con los médicos. Ese instante fue aprovechado por el paciente para tomar el celular de la enfermera.

Salió y al ver a la dueña del teléfono en el pasillo, le preguntó dónde estaba el baño para justificar su salida del consultorio y no levantar sospecha. Marinés estaba con otros colegas y le indicaron donde ir sin advertir que acaba de robar.

Pacientes que esperaban ser atendidos pudieron ver la escena de la sustracción a través de la puerta entreabierta y dieron el grito de alarma, sin embargo el ladrón logró escabullirse. El GPS marcaba su presencia en el interior del nosocomio y las compañeras de Marinés intentaron dialogar con él. “Las chicas compañeras le escribieron por Whatsapp y contestó todo esto. Es indignante trabajar así, no te podés dar vuelta y una no tiene desconfianza y mala fe contra los pacientes”, lamentó.

El registro del intercambio revela que las compañeras de Marinés buscaron hacerle entender del significado de la pérdida del móvil y hasta le ofrecieron comprárselo. El hombre al que las trabajadoras identificaron como Domínguez, de acuerdo a los datos que él mismo dejó antes de ser revisado, es muy escueto pero se niega rotundamente a dar marcha atrás.

A pesar de que los efectivos policiales lo buscaron, no pudieron dar con el paciente. La dueña del teléfono denunció lo ocurrido, tras recomponenerse del estrés que le causó lo experimentado.