Argentina está en proceso inicial de la vacunación contra el coronavirus y algunos ya quieren relajarse. Una de las cosas más molestas de esta pandemia es el uso del tapabocas, pero todavía falta para deshacerse de él.

Según los especialistas, existen varias razones por las que es imprescindible seguir cumpliendo con esas medidas de prevención para evitar contagios incluso después de haberse vacunado.

El principal motivo para no bajar la guardia es que las vacunas contra el covid-19 disponibles actualmente, ya sea la rusa Sputnik V o las de Moderna o Pfizer, se administran en dos etapas, de manera que existe la posibilidad de infectarse entre la primera dosis y la segunda.

En el caso de la vacuna de Pfizer y Sputnik V este periodo es de tres semanas, y de cuatro en el de la de Moderna.

Pero hay algo más: el efecto de las vacunas generalmente no es inmediato.

"La respuesta inmune del cuerpo comienza a desarrollarse después de la primera inyección. Sin embargo, la inmunidad estable a la infección por coronavirus no aparece hasta aproximadamente tres semanas después de la segunda inyección (con Sputnik V), que se administra 21 días después de la primera", explicó Alexánder Guíntsburg, director del centro ruso Gamaleya, creador de la Sputnik V.

"Antes de que se desarrolle una inmunidad estable, todos los que hayan sido vacunados (...) deben seguir las precauciones recomendadas por las autoridades", agregó el científico en declaraciones a RT.

Por otra parte, existe la probabilidad de que una persona vacunada aún porte los patógenos del coronavirus y los transmita a los demás.

"Esto da suficiente tiempo para que el virus se desarrolle en las vías respiratorias y propague la infección a otros, mientras el cuerpo lucha contra su propia infección con la ayuda de la vacuna", señaló al portal CNET el director de calidad y seguridad del paciente del centro médico Wexner, Iahn Gonsenhauser.

Además, una persona que haya superado el covid-19 puede volver a infectarse. La mayoría de esos casos parecen estar relacionados con la exposición a una cepa diferente del virus.

Finalmente, la OMS dice que "los tapabocas son una medida clave para suprimir la transmisión y salvar vidas".

"Cúbranse la boca y la nariz con mascarillas cuando estén cerca de otras personas, manténganse al menos a dos metros de distancia de los demás, eviten las multitudes y lávense las manos con frecuencia", recomiendan.