La investigación por el asesinato de Fernando Baez Sosa continúa su rueda de declaraciones con el objetivo de reconstruir lo sucedido. En ese marco, este lunes habló el primer testigo sin relación afectiva con ninguna de las partes implicadas. El joven señaló que después de la golpiza le gritaron “negro de mierda”.

El muchacho de 20 años, que observó el episodio, se presentó a declarar y confirmó que no hubo pelea sino un brutal ataque por parte de los rugbiers, quienes le pegaron hasta matarlo.

Se trata de una declaración trascendente ya que hasta el momento quienes habían hablado eran amigos de Fernando, pero este es el primer testigo sin relación afectiva con ninguna de las partes.

El chico expresó que el sábado 18 de enero estuvo presente y observó la agresión que terminó con la vida de Fernando, contó que decidió salir del boliche porque hacía mucho calor y había demasiada gente. Una vez afuera, dijo que vio a unos jóvenes hablando con otro grupo que los comenzó a golpear: “Fue un ataque en patota”, agregó.

En tanto, apuntó que en ningún momento se trató de una pelea porque ni Fernando ni sus amigos los agredieron. Indicó que vio a dos chicos en el piso y otros dos que les pegaron. Esos que estaban en el suelo eran Fernando y un amigo suyo.

La declaración del testigo coincide con la que hicieron los amigos de Fernando, que todo se inició con una discusión con los rugbiers por un tropezón sin intención durante el recital del trapero Neo Pistea.