Un equipo de investigadores internacionales identificó cinco patrones de sueño principales que pueden influir en la salud y el bienestar de las personas. Según el estudio los hábitos de sueño pueden estar relacionados con factores biopsicosociales, como el estilo de vida, la salud mental y física, y el rendimiento cognitivo.

Los investigadores analizaron datos de 770 adultos jóvenes y diseñaron cinco perfiles distintos de durmientes, cada uno con características específicas. El estudio fue publicado en el sitio especializado PLOS Biology.

Los datos

Durmientes con falta de sueño: Duermen menos de seis o siete horas por noche y pueden experimentar comportamiento agresivo, problemas con el procesamiento emocional y una tendencia a no poner en primer lugar las necesidades de los demás.

Durmientes con despertares nocturnos: Se despiertan constantemente durante la noche y pueden experimentar problemas con el procesamiento del lenguaje y la memoria, ansiedad, comportamiento agresivo y abuso de sustancias.

Durmientes con falta de sueño en general: Tienen dificultades para conciliar el sueño, su sueño se ve perturbado y están cansados durante el día. Este patrón de sueño se relaciona con problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y estrés.

Durmientes que toman pastillas para dormir: Utilizan medicamentos o sustancias para dormir y pueden experimentar problemas de memoria y capacidad para reconocer las necesidades emocionales de los demás.

Durmientes con somnolencia diurna: Duermen bien por la noche, pero se sienten cansados durante el día. Este patrón de sueño se relaciona con problemas de atención, estrés, miedo, ira, depresión y falta de conciencia.

Los investigadores destacan que la calidad del sueño es fundamental para la salud y el bienestar, y que entender los patrones de sueño puede ayudar a prevenir problemas de salud crónicos. Al conocer estos patrones, las personas pueden tomar medidas para mejorar su calidad de sueño y reducir el riesgo de problemas de salud relacionados con el sueño.

En última instancia, el estudio sugiere que la calidad del sueño es un factor importante a tener en cuenta, y que es fundamental priorizar el sueño como parte de un estilo de vida saludable.