Un equipo de científicos del Instituto Max Planck realizó un descubrimiento sorprendente: un "túnel interestelar" que conecta nuestro sistema solar con estrellas distantes. Según el estudio, publicado en la revista especializada Astronomy & Astrophysics, estos túneles son parte de una red más grande que se extiende por vastas regiones del espacio.

Los investigadores utilizaron el telescopio de rayos X eROSITA para recopilar miles de mediciones del cielo y crear el mapa de rayos X más limpio del universo jamás producido. Esto les permitió identificar dos túneles calientes que se extienden desde la "burbuja caliente local", una región de espacio caliente y menos denso que rodea nuestro sistema solar.

Uno de los túneles se extiende hacia la constelación de Centauro, mientras que el otro une nuestro sistema solar con la constelación del Can Mayor. Los científicos creen que estos túneles pueden ser parte de un sistema de ramificación más grande que corre entre diferentes regiones de formación estelar.

Este descubrimiento proporciona una nueva perspectiva sobre la estructura de la Vía Láctea y la formación de estrellas, además los investigadores sugieren que la "retroalimentación estelar", un proceso en el que las explosiones de estrellas crean poderosos vientos solares que moldean la estructura de la galaxia, puede ser responsable de la creación de estos túneles.

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Además, el estudio sugiere que nuestro Sol no se formó dentro de la Burbuja Caliente Local, sino que entró en ella por casualidad hace relativamente poco tiempo. El Dr. Gabriele Ponti afirmó: "Otro hecho interesante es que el Sol debe haber entrado en el LHB hace unos pocos millones de años, un tiempo corto comparado con la edad del Sol [4.600 millones de años]. Es pura coincidencia que el Sol parezca ocupar una posición relativamente central en el LHB a medida que nos movemos continuamente a través de la Vía Láctea".

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