Todavía no era de noche, el aire fresco casi primaveral del jueves 15 de febrero, invitaba a estar al aire libre. Juan Manuel Britos decidió lavar el taxi del que era chofer en la vereda de su casa, en barrio Moderno y Triángulo, junto a su esposa Vanina y su hijito de 8 años. También estaban los vecinos de la cuadra. Fue entonces que dos motociclistas pasaron por el lugar, abrieron fuego y acribillaron al hombre, quien recibió 29 disparos fatales.

La escena fue espeluznante y recrearla horas después, también. Se trata del crimen a sangre fría de un taxista, que hace un año fue víctima de dos balaceras contra su casa familiar de la zona oeste de Rosario, motivo por el cual fue visitado por el intendente Pablo Javkin para expresarle su solidaridad. Lamentablemente, el final fue atroz: terminó asesinado este jueves de múltiples disparos en ese mismo lugar.

Britos tenía 40 años y llevaba tiempo amenazado. En aquellos ataques armados, sicarios dejaron notas que en nombre de “La mafia” le exigían dejar su vivienda, donde vivía con su mujer y su hijo. Es por esto que se había dispuesto una custodia policial en las inmediaciones, que de acuerdo a lo que confirmó la esposa Vanina, en diálogo con Radiópolis (Radio 2), fue retirada en mayo pasado. Desde entonces, no habían recibido ninguna intimidación.

La mujer estaba con su esposo en el momento en que fue acribillado. También su hijo de 8 años y una decena de vecinos que tomaban fresco en la vereda. Juan había dispuesto el taxi frente a la vivienda lindante, en donde se pudieron contar 13 vainas servidas.

Las marcas de las vainas encontradas en el lugar. (Alan Monzón)

“Estaba el taxi en la vereda, hicieron como una u, como que no lo vieron y se volvieron. El que disparó tenía un casco, el que manejaba no me acuerdo. Sé cómo estaban vestidos”, sostuvo aun conmovida por el impacto de lo vivido en relación a los atacantes.

Según manifestó el hecho tuvo lugar antes de las 20. “Estábamos todos afuera, mi nene de 8 años. Me tiré debajo del taxi. Estaban todos los vecinos, más de diez personas en la vereda”, agregó.

De acuerdo a lo que se pudo reconstruir, en mayo pasado la familia ya no contó con la custodia policial designada tras las amenazas. Desde entonces, sin embargo, no se habrían reiterado.

Vanina y su hijo fueron protegidos por un tiempo, pero habían regresado junto a Juan a la casa, donde ayer fueron atacados. Las amenazas se concretaron con suma violencia, logrando terminar con la vida del taxista.

“Nadie está dispuesto a hacer algo, es la burocracia de mierda”

Por su parte, Damaris, hermana del taxista habló en el programa De boca en boca (Radio 2) y pidió que el caso “no sea uno más”. “Basta de que el narcotráfico y el choreo haga lo que quiere. Después en campaña vienen todos. A nosotros nos pusieron un patrullero y vivimos como presos. Hace un año que Juan estaba amenazado, recurrió a pedir cámaras, custodia. El fiscal le dio miles de vueltas para dársela, y se la sacó a los dos meses. Nos arruinaron. Nadie está dispuesto a hacer algo, es la burocracia de mierda”, expresó.

Además, añadió: “La custodia la levantaron de un día para el otro. No le echo la culpa a la Policía. Pero dicen que van a arreglar móviles y no hay móviles en la calle. Que alguien me explique qué pasó con el que estaba en el Distrito Oeste, que pasás y te rompen los vidrios”.

Dejaron que venga el narcomenudeo y haga lo que quiera. Ahora, ¿Quién le borra a mi sobrino que le mataron a su padre como a un pero? ¿Alguien va a dar la cara, o este es un caso más? ¿O solo importa si es el hijo de alguien famoso?”, comentó la mujer.