El joven que este domingo se quemó mientras intentaba robar cables de alta tensión en Presidente Perón al 6100, junto con su hermano, se encuentra en peor estado. Su salud se ha deteriorado en las últimas horas, debido a las graves heridas sufridas por el fuego y las consecuencias de la descarga eléctrica sobre sus órganos. La situación fue expuesta por la subdirectora del hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), Laura Taljame, quien aseguró que este delito instauró un nuevo tipo de paciente ya que antes de 2023, no recibían personas con quemaduras tan extremas como las ocasionadas en el marco de la sustracción de cables.

La modalidad de robo se ha asentado en la región. Los ladrones, muchos jóvenes, trepan y con cuchillos o trinchetas, se hacen de cables aéreos que luego queman para retirarles el plástico que los recubre y así hacerse del cobre. Después, suelen llevarlos a vender a chatarreros o reducidores de metales.

“Es tremendo lo que pasó, ustedes lo habrán visto en el video, es increíble que este chico esté vivo”, sostuvo Taljame, en diálogo con Radiópolis (Radio 2), en referencia al joven de 20 años que recibió una descarga eléctrica y se prendió fuego. “Es un paciente muy crítico, la piel está quemada y adentro, sus órganos se inflaman y empiezan a fallar. Está conectado a un respirador porque tiene los pulmones inflamados”, describió y lamentó: “Su estado ha ido empeorando”.

La profesional confió que este tipo de pacientes ha llegado al Heca en el último tiempo, producto del avance del robo de cables. Según explicó, la unidad del quemado del hospital atiende los casos más severos del sur santafesino y en 2023 “ha habido muchísimos pacientes por robos de cables y son reincidentes”.

“Ingresan con quemaduras severas, se les da el alta y a los dos meses vuelven a ingresar por lo mismo, pero con quemaduras peores. Lo vemos con más frecuencia, vienen muchos pacientes con estas quemaduras”, resaltó.

“En 2023 yo trabajé en una unidad y recibimos unos 8 pacientes así cuando antes no existían. Ha habido pacientes que robaban y sin querer se han electrocutado pero no recuerdo casos de estos que están en franco ascenso y van a seguir aumentando”, vaticinó y advirtió: “No usan ninguna protección, van y arrancan los cables”.

La subdirectora del Heca indicó que el contacto directo con la energía eléctrica provoca daños en el sistema nervioso y cardíaco, a la vez que la persona se prende fuego. “Es uno de los peores traumas que puede tener un organismo”, evaluó.