Detrás del horror en Ibarlucea por el triple crimen de un hombre de 33 años, su pequeña hija de uno y presuntamente su mujer (su cuerpo estaba calcinado dentro de un auto), los investigadores se detuvieron en el casamiento al que habían asistido las víctimas esa noche. Detectaron que se trató de una fiesta exclusiva, que fue de Puerto Norte a Ibarlucea, con autos de lujo en la puerta y que la novia tenía prisión domiciliaria y el novio gozaba de una polémica excarcelación por una misma causa de narcotráfico.

Si bien la prioridad es establecer la mecánica del cruel asesinato y encontrar a los responsables, la boda en sí misma apareció como un elemento de análisis en una ciudad donde la violencia y la impunidad parecen la misma cosa.

Fuentes ligadas a la investigación adelantaron a Rosario3 que las víctimas fueron emboscadas cuando volvían de un casamiento en Campos de Ibarlucea (hubo una previa en un hotel de Puerto Norte) y que Brisa Milagros L. F. tenía el beneficio de la prisión domiciliaria por una causa federal y fijó su domicilio en una casa ubicada en la zona sur de Rosario.

Más tarde, fuentes judiciales confirmaron a este medio que se trata de una causa por narcotráfico y que el novio también está involucrado. De hecho, para la Justicia federal de Rosario debería estar preso (la boda no se podría haber realizado) pero un tribunal de Buenos Aires lo liberó.

En junio de 2019, Esteban Enrique R. fue procesado con prisión preventiva como integrante de una organizacioń dedicada al tráfico de estupefacientes. Fue acusado por “tenencia con fines de comercialización, distribución y almacenamiento”.

Al año siguiente el procesamiento fue confirmado pero la defensa pidió que el acusado (ahora recién casado) continúe el proceso en libertad. La Cámara de Apelaciones de la Justicia federal de Rosario, presidida por Aníbal Pineda, revocó el excarcelamiento.

Para los jueces locales, la prisión preventiva del sujeto era la mejor medida “teniendo en cuenta las circunstancias y naturaleza del hecho, la pena que lo amenaza, y la imposibilidad de condena condicional”. Los magistrados entendieron la peligrosidad de dejar libres a eslabones de una banda narco, con la probada violencia que genera esa actividad ilegal en la ciudad.

Sin embargo, el 29 de abril de 2021 la Sala 4 de la Cámara Federal de Casación Penal -integrada por Mariano Hernán Borinsky, Angela Ester Ledesma y Carlos Javier Carbajo- hicieron lugar por unanimidad al pedido de la defensa del procesado.

El camarista Borinsky (cuyo nombre se hizo conocido tras conocerse que jugaba al tenis con el ex presidente Mauricio Macri entre sentencia y sentencia) argumentó que no había riesgo de entorpecimiento de la investigación ni de fuga.

También se tuvo en cuenta que “el imputado no registra antecedentes penales y realiza trabajos de electromecánica y refrigeración a domicilio”. Debe ser un gran ténico. Se entiende que debería haber pagado la lujosa fiesta de Ibarlucea, con previa en un hotel de Puerto Norte; con invitados que asistieron con autos de alta gama (la familia asesinada circulaba en un Audi TT blanco).

El fallo de Casación porteña, al que tuvo acceso este medio, concluye que “la gravedad de los hechos” (el narcotráfico) “no es un parametro suficiente para denegar la excarcelación”. Así, "Brisa y Esteban" evitaron la cárcel y pudieron organizar la boda que luego, este sábado a la madrugada, derivó en el crimen de tres de sus invitados.

Para los magistrados rosarinos, las consecuencias nocivas que genera la excarcelación de este tipo de procesados por delitos gravísimos debería ser analizado de otra manera, con parámetros legales distintos, desde los lejanos tribunales de Buenos Aires.