Luego de las “medidas drásticas” que anunció el domingo el gobierno nacional para contener el brote de coronavirus en el país, muchos de los que aún no estaban preocupados comenzaron a estarlo y se nota en las calles. Rosario presentaba poco movimiento este lunes.

Comercios y bares con poca gente y hasta la siempre saturada peatonal Córdoba con una imagen más propia de fin de semana eran síntomas de que la circulación del virus hizo mella en la sociedad y la recomendación de “aislamiento social” empieza a ser acatada más en serio.

Además, medidas concretas como la suspensión de clases en todos los niveles educativos y las licencias laborales para los mayores de 60 años, embarazadas y menores de 60 años con condiciones de riesgo tanto en el ámbito público como privado colaboraron en una marcada reducción de la población movilizada fuera de sus casas.

Varios lugares públicos como espacios culturales también permanecen cerrados, mientras que se debate la posible baja de persianas de shoppings –ya lo hicieron teatros, cines y el casino– y restricciones en el transporte público.

La contracara de este lunes se vivió en los bancos en los que cobran jubilados, justamente un grupo de riesgo ante la pandemia, donde cientos de abuelos se amontonaron desde temprano afuera de las entidades, a contramano de las indicaciones de distanciamiento físico.

En Rosario por ahora hay un solo caso positivo confirmado de coronavirus y una decena de pacientes sospechosos, mientras que en todo el país se registran 56 infectados y dos muertos hasta el momento.