Las anécdotas de los vecinos y vecinas de Armstrong con la aparición de la puma en esa tranquila localidad, son imperdibles. Desde una abuela que estaba junto a sus dos nietos y se encontró con el felino en la puerta de su casa, hasta dos mujeres que vieron pasar al hermoso animal, que es hembra, "caminando por la calle". Y hasta un policia que se lastimó la mano y aclaró: "No fue el puma".

La situación más dramática la vivió una abuela que estaba junto a sus dos nietos en una casa del centro de Armstrong. La mamá de los chicos había salido y se le ocurrió llamar a su madre, alertada por la noticia de que el puma se había escapado de una obra en construcción.

-Mamá, te llamo para avisarte que tengan cuidado porque dicen que el puma se escapó.

-Hija, tengo al puma adentro de casa; lo tengo acá enfrente mio.


Después, la mujer, nerviosa y asustada, logró contarle a su hija que alcanzó a cerrar con lo justo la puerta de la casa. Sin embargo, el felino aprovechó que el portón de ingreso estaba abierto y se metió en el patio.

Lo más curioso es que la mujer estaba muy asustada por sus nietos, pero en realidad los chicos estaban encantados porque pudieron observar al exótico animal del otro lado del ventanal que da al patio de la casa. 



Una mujer que estaba observando el operativo con gran curiosidad, se acercó al móvil de El Tres y comentó: "Estábamos con mi mamá y por la ventana de la cocina vimos pasar a un animal. «¿Ese no es el puma?», le dije a mi mamá. «¡Sí, es el puma!», me dijo".



La joven explicó que la puma "caminó cinco o seis cuadras" por el centro del pueblo, hasta que encontró un portón abierto y, seguramente asustado, se metió en la casa.

Otra anécdota que deja el agitado mediodía en Armstrong fue la de un policía que tenía una mano lastimada y vendada, por lo que necesitó asistencia médica: "Quiero aclarar que esto no me lo hizo el puma, me lastimé solo", aclaró por las dudas.