En el Paraje La Cigüeña, ubicado en la intersección de la ruta nacional Nº 98 y la ruta provincial Nº13, algo diferente empezaba a suceder cuando con los versos de “Aurora”, los estudiantes, docentes, directores, supervisores y familias saludaban a la bandera argentina que “alta en el cielo” flameaba en el mástil de la Escuela Primaria N°725 “Dr. Juan García del Río”.

Hasta allí, convocadas por el Ministerio de Educación a través de la Dirección Provincial de Educación Rural, habían llegado las comunidades educativas de las escuelas N°1076 de Fortín Chilcas, la N°1.088 de Fortín Charrúa, la N°1.237 de Estación El Peludo, la N°6.328 de El Palmar y los CER N°185 de Campo Contarde y N°533 de Tres Pozos.

Las mañanas y las tardes continuaron por los caminos de esta escuela que fue al encuentro de las voces rurales, con la socialización de los trabajos institucionales de cada una de las escuelas, rondas de palabras en las que afloraron proyectos como “Postales rurales”, “Custodios del territorio”, “Un árbol por niño, un bosque por escuela”, proyectos que involucran las TICS y lectura en voz alta, la alfabetización física, la huerta escolar y comunitaria. También las familias presentes tuvieron espacio para encontrarse y reflexionar juntas acerca de sus propias infancias y paso por la escolaridad, en cada rueda de conversación no faltó el mate, las historias de sus propios caminos de vida que los llevaron hacia otros lugares, y el deseo de que sus hijos aprecien los derechos a la educación, a las identidades, al juego, en esas comunidades.

El objetivo no es sólo ir al encuentro que muchas veces pasan desapercibidos, sino visibilizar la enorme presencia que en la provincia tiene la educación rural. La obligatoriedad de los niveles primario y secundario se cristaliza en estos establecimientos, que requieren esfuerzos y dedicación y es desde la perspectiva de “escuela en salida” que sostiene el ministerio de educación que la escuela que rueda busca fortalecer la comunidad, el arraigo y la justicia educativa. 

Junto con los espectáculos y los espacios de esparcimiento, desembarcan en los parajes rurales laboratorios escolares que implican actividades de exploración y experimentación científica, con talleres organizados por niveles y ciclos; con experimentos realizados con elementos de laboratorio presentes en todas las escuelas y sustancias convencionales: aceite, vinagre, agua, bicarbonato, globos, colorante, luces; con los que se fortalece la alfabetización científica. También desarrollan una propuesta de educación musical organizado desde la ejecución vocal y el uso de elementos para construir sonidos y canciones de modo colectivo, que luego son presentadas por los estudiantes a la comunidad.

Desde la coordinación provincial del Plan Nacional de Lecturas, el tejido de los textos literarios, promueve descubrir otros mundos posibles a través de la lectura de textos literarios que habilitan la palabra para que niñas, niños y sus familias puedan contar las cosas que les pasan y las cosas que quieren que pasen en la escuela.

Un homenaje a la infancia

A la “Escuela que rueda” también se suma Galupa, un payaso histriónico que, junto a Mario, provoca la risa de todos los presentes y homenajea a las infancias rurales al son de las músicas del Chango Spasiuk y de Tarragó Ros, que invitan a levantar polvareda en los patios de tierra al ritmo del sapucai. 

De este modo, el programa -una línea de acción del Plan Trienal de fortalecimiento a la Educación Rural “Ángela Peralta Pino-, comenzó a circular por las escuelas rurales de la provincia de Santa Fe abriendo puertas, conectando en conversaciones con las palabras, proyectos, testimonios y reflexiones de las comunidades educativas que enriquecen las propuestas escolares haciendo del currículum una herramienta de construcción de cultura. 

Estas experiencias siguieron rodando durante toda la semana y se replicaron en otros encuentros: en el CER N°510 de Estancia El Palmar, a 20 km de Tostado; en la Escuela N°222 de Gato Colorado; en la Escuela N°1.178 de Gregoria Pérez de Denis y en la Escuela N°1.087 de San Bernardo. Durante cuatro días, participaron de esta primera ronda de visitas 28 de escuelas rurales, 350 estudiantes y sus familias, 40 docentes y directivos, y seis supervisores acompañados por Nelvis Mansilla y Roque Gambatese, de la Delegación Regional I del Ministerio de Educación.

La estrategia va recuperando el espíritu de Ángela Peralta Pino, una docente rural en cuyo honor se recuerda a nivel nacional, el 9 de noviembre, a los docentes rurales. Esta educadora recorrió el norte de la provincia en un vagón de tren acondicionado para funcionar cómo escuela albergando hasta 34 niños y adultos de zonas rurales, donde ella atravesaba una tranquera, abría puertas a la alfabetización, al reconocimiento de las identidades locales, en un trabajo que involucraba las primeras letras, y también asistía en las comunidades como enfermera, partera, tomaba fotografías y realizaba registros de la flora y fauna local en sus diarios.

El recorrido de Ángela y su escuela rodante duró 22 años, desde 1940 a 1962. La escuela quedó abandonada en La Hiedra hasta que en 1982 es rescatada, convertida en museo y desde entonces está ubicada en la ciudad de Tostado.

La escuela seguirá rodando por la Región VIII de San Jorge, los últimos días de junio, en las zonas rurales de María Juana, Carlos Pellegrini y San Martín de las Escobas. Por su parte, en julio pasará por la Región III (Rafaela), en septiembre visitará las Regiones IV (Santa Fe) y IX (San Cristóbal), en octubre la Región II (Reconquista) y el recorrido llegará en noviembre a las Regiones V (Cañada de Gómez), VI (Rosario) y VII (Venado Tuerto).