Los 40 minutos que vivieron los integrantes de una familia rosarina este miércoles a la mañana, fueron de película. Pero una de terror. Estela estaba internada en terapia intensiva del sanatorio Rosendo García después de una operación de riñón. Por el protocolo covid, sus familiares no podían visitarla, pero tampoco recibían información sobre su estado. Hasta que hoy a primera hora se comunicaron con su esposo para avisarles que había muerto. El hombre, angustiado, comunicó la dramática noticia a sus hijos y a toda la familia. Pero al rato lo volvieron a llamar para decirle que Estela estaba viva.

En De 12 a 14 (El Tres), los familiares directos de Estela explicaron lo que vivieron. Su hijo describió que “ella entró hace bastante por un problema en un riñón, fue intervenida. Y hace un mes volvió a ingresar, esperó un catéter y le hicieron una segunda operación”.

“De un día para otro pasó a terapia, pero no sentíamos abandonados porque no teníamos noticias de su estado”, agregó el muchacho.

Y le pasó la posta a su papá, Ramón, que fue el que recibió el llamado menos esperado este miércoles a primera hora. “Esta mañana me llamaron y me dijeron que lamentablemente mi esposa había fallecido. Pero a los 40 minutos me llamaron de vuelta, me pidieron disculpas, que habían revisado bien y que ella estaba viva”, dijo.

“Yo ya había avisado a toda mi familia. A la primera que le conté fue a mi hija, que se puso muy mal”, detalló.

Ahora Estela se encuentra en recuperación de su problema de salud, en condición “estable”, de acuerdo al último reporte médico que recibió la familia.

La hija también describió la situación que debió atravesar: “No pueden equivocarse con algo así, menos si se trata de profesionales. Yo no le encuentro explicación”, aseguró.

“Fue muy fuerte para mi recibir esa noticia, no sabía que hacer. Alcancé a avisarle a algunos familiares. Ahora espero que nos informen de su estado”, concluyó la joven.