Lorena sonríe desde las fotos que llegaron a los celulares en medio de un grito de justicia. Una mujer adulta, de mirada dulce y tranquila, con una melena rojiza ondeada. Mamá de tres chicos y jefa de familia, vecina de Bella Vista e integrante de la Corriente Clasista y Combativa (CCC). El sábado a la madrugada su cuerpo fue encontrado en Rueda al 5500 y la escena que conformó su homicidio y presunta violación supera la imaginación y la racionalidad acerca de los límites de la saña. Sí, su crimen fue cruel, feroz y brutal.

“Hay un montón de Lorenas en los barrios”, dice Vanina Otero, integrante de la CCC, quien encaró una movilización este lunes para pedir justicia por su femicidio. En diálogo con Rosario3, contó que “Lore” era compañera suya de la organización. Aunque no lo considera importante, desmiente que Riquel haya sido trabajadora sexual y no entiende por qué trascendió esa versión.

Conoció a Lorena hace 4 años atrás cuando entró a la CCC. Juntas descargaban los productos que Nación y Provincia le manda a la organización para que los distribuya. Las dos, como otras tantas mujeres de los barrios más vulnerables de la ciudad, encontraron en esta militancia una ocupación y al mismo tiempo un lugar desde donde convivir con las condiciones más hostiles pero haciéndoles frente.

“Era una luchadora, en lo personal siempre estaba con una sonrisa en la cara más allá de lo que pudiera estar pasándole, era alegre y nos daba fuerza. Una chica trabajadora, tenía a cargo su madre, una mamá mayor; era jefa de una familia humilde que se ponía al hombro”, contó sobre la víctima. “La peleaba mucho tratando de vivir día a día y siempre al frente, era emprendedora, siempre estaba al pie del cañón”, agregó.

“Era abierta y no tenía prejuicios. Si a alguna compañera le pasaba algo, ya estaba ella preguntando qué se podía hacer. Era guerrera, iba al frente por sus hijos y los hijos de todas nosotras. Todas estamos acá para eso, para lucharla, para pedir por nuestro derecho a tener un trabajo digno que nos permita vivir mejor a las mujeres, esto es lo que nos impulsa a salir a la calle”, manifestó.

La pandemia de coronavirus se interpuso con las tareas que venían desarrollando. De acuerdo a lo que indicó Otero, decidieron abrir ollas en distintos puntos de la ciudad para garantizar una comida a los vecinos sin trabajo ni changas y Lorena se puso a la cabeza de una de estas fuentes de alimentos en Bella Vista.

“Ahí cocinaba y armaba toda la logística con otras compañeras. Nosotras hacemos en estas instancias lo que sabemos hacer en nuestra casa, administrar y cocinar, pero en este caso, lo hacemos para mucha gente que no tiene otra forma de alimentarse”, explicó.

“A Lore la mataron de una forma horrible, ella refleja lo que se vive día a día acá en los barrios, es la realidad que sale de las charlas que tenemos entre nosotras. A algunas la podemos salvar y a otras no”, expresó y culminó: “Es por ell. y por todas las mujeres que nos ponemos al frente para exigir que haya justicia, que se encuentre a su femicida y que el Estado aparezca”.