El ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín, mantuvo ayer una charla vía streaming con representantes del Foro Regional Rosario en donde trazó un panorama sobre la violencia en la provincia. Destacó que el número de hechos violentos con arma de fuego en la provincia es “infinitamente” superior a los crímenes consumados.

De acuerdo a lo que publicó El Ciudadano, Sain encabezó uno de los foros que realiza semanalmente con organizaciones de la sociedad civil para debatir sobre tres proyectos de leyes que el gobierno provincial enviará a la Legislatura para reformar la fuerza de seguridad. En este marco, precisó que “cada diez tentativas de homicidio por uso de arma de fuego, hay dos crímenes consumados” y en ese sentido consideró que el número de homicidios no es aún más alto porque “Dios es santafesino”.

“Ya tenemos una tasa de homicidios importante, pero en Santa Fe hay un alto nivel de problemática vinculadas al uso de arma de fuego”, planteó.

Para el Ministerio de Seguridad, en Rosario el principal problema radica en las disputas territoriales entre bandas dedicadas al narcomenudeo, mientras que en la ciudad de Santa Fe los asesinatos se relacionan principalmente con problemas interpersonales entre individuos que ya se conocen.

“El fin de semana pasado hubo tres homicidios en la ciudad de Santa Fe y fueron peleas entre personas, dentro de casas, tomando vino o en cualquier circunstancia”, sostuvo. “No es intento de asalto ni mercadeo minorista de droga –abundó–, sino que son problemas fuertemente imbuidos de una cultura de la resolución del conflicto a través de la violencia extrema, que tenemos que trabajar como sociedad”.

Sain también vinculó el uso de la violencia altamente lesiva que se registra en la provincia de Santa Fe con la circulación de armas de fuego. El ministro explicó que en este distrito no hay estadísticas sobre armas del mercado ilegal y explicó que “cuando uno ve las ametralladoras que tienen los narcos, son las mismas que tiene la policía”.

Y continuó: “Aunque no sepamos cómo una cosa llevó a la otra, intuimos que el Estado tiene armas en su posición patrimonial y al mismo tiempo tiene armas en custodia judicial, que de alguna manera terminan en el mercado ilegal y son armamentos de uso criminal”.