Unos 300 establecimientos educativos no tienen gas en Rosario, y en medio de una ola polar, el frío agrava el problema. En las últimas horas, el gobernador Omar Perotti, hizo un fuerte llamado de atención sobre Litoral Gas por la interrupción repentina del servicio a tantas instituciones. Sin embargo, desde la empresa defendieron el trabajo y se comprometieron a darles prioridad a las escuelas para la reconexión del servicio.

“Más de 300 instituciones están acomodando sus instalaciones”, confirmó el gerente de Comunicación y Relaciones Institucionales de Litoral Gas, Andrés Romagnoli, en contacto con El Tres y Radio 2.

Y aseguró que los establecimientos educativos tienen prioridad de inspección y reconexión del servicio. “Nuestro compromiso es que ni bien está hecha la readecuación, en 48 horas estamos en el lugar para hacer la habilitación”, afirmó.

A principios de mayo, y de cara al inicio de la temporada de frío, se destapó la problemática que afecta a estos 300 establecimientos rosarinos

Para justificar la situación, ya en aquel momento, desde el ministerio de Educación apuntaron contra una "decisión unilateral" de la empresa Litoral Gas que “entre febrero y marzo, han cortado el suministro de modo masivo e indiscriminado de todas las escuelas en las que corroboraron alguna irregularidad, de acuerdo a normas que entraron en vigencia a partir del 2019".

Y ahora, el propio gobernador llevó la atención, según recogió La Capital, sobre los cortes de servicio masivo. “Llama poderosamente la atención que a principios de año, Litoral Gas se despache con más de 300 ó 400 reclamos a las distintas escuelas cuando en la pandemia no hicieron ninguna inspección, y eran obras que estaban habilitadas y funcionando –observó–. De golpe no se puede encontrar con más de 300 escuelas con necesidades de actualización en seguridad. Nadie está en contra de un reclamo de seguridad, pero fue más que llamativo que aparezcan todos los reclamos juntos”.

Romagnoli explicó que estas intervenciones numerosas fueron a pedido de Enargás y que, en realidad, comenzaron en 2019, pero con la pandemia se interrumpieron porque los establecimientos estaban cerrados y porque la propia empresa trabaja con esquemas reducidos por el aislamiento que se debía guardar.