Mauricio Macri tuvo un extenso y jugoso mano a mano con Alberto Lotuf este viernes en Radio 2. Entre muchas cosas, dijo que al gobierno de Omar Perotti en Santa Fe lo ve "débil" y que él tenía "otras expectativas". También apuntó contra la postura que tomó el gobernador en relación a Vicentín. Y reiteró sus críticas al gobierno nacional y al kirchnerismo.

Consultado sobre su mirada en relación a Santa Fe y específicamente, sobre la gobernación de Perotti, observó: “Débil, lo veo débil, había otra expectativa de Perotti, pensé que no iba a dudar con lo de Vicentín y estar escondido detrás del gobierno nacional”, sostuvo. Y continuó sobre la cerealera: “Una empresa que era un orgullo para todos los santafesinos fue agredida de una manera bestial cuando sufrió una crisis, la llegada del kirchnerismo destruyó todas las expectativas. Si hubiésemos ganado esa elección –no fue así y acepto el voto de la gente– pero con otra elección, Vicentín iba para construir más plantas”.

Luego, sumó sobre la muerte de su CEO, Sergio Nardelli: “Lo conocí, no era amigo de él pero lo respetaba muchísimo porque era un gran hacedor, recibió un nivel de agresión, de ataque, que terminó, yo creo, generándole tal amargura que se murió de un infarto. Es una vida perdida de una persona muy talentosa que puso a Santa Fe en el mundo. Si el gobernador hubiera estado ahí para defender algo lo que era de todos los santafesinos, lo mismo con la Hidrovía que ahora se estatizó, con vueltas de manejo ligados al narcotráfico, son cosas gravísimas, es la destrucción de lo que sí funcionaba”, destacó.

Macri descartó que cuente con escaso apoyo social tras perder las elecciones en 2019. “No es así, a pesar de las dificultades económicas, de la crisis financiera, la sequía y los problemas que heredamos, de la bomba que no pudimos desarmar –más adelante dirá sobre su presidencia «Fue como ir a una fiesta donde el Dj y el catering lo manejaba Cristina»–, tuvimos el 41 por ciento, pero hay gente que no se tentó con el asado gratis y la heladera llena. Los que votaron la vuelta de los K, hoy hay gente muy decepcionada que si volvieran a aquel 11 de agosto votarían diferente, hemos hecho un enorme aprendizaje, estamos más convencidos de retomar el rumbo correcto y hacer mejor las cosas”, manifestó y agregó al respecto: “El kirchnerismo dice lo que hace, ellos nos llevaron a un país de morondanga, es muy triste, generaron desilusión y desesperanza. Entonces somos más que el 41 por ciento”.

Macri no ahorró en críticas contra el kirchnerismo y el gobierno nacional: “Mienten todo el tiempo, crean su propia verdad, en cambio en nuestro gobierno no hubo bolsos”, apuntó y mencionó el tema de la deuda externa: “Si perdimos fue porque estuvimos lejos de la expectativa, pero es por ese camino, nos lo dijeron Merkel, Obama, en ese camino fue que heredamos un déficit, porque Cristina dejó una casa en donde se gastaba más de lo que ingresaba. Entonces tuvimos que tomar deuda”, expresó y alertó sobre “el promedio de deuda por año”. Al respecto, precisó: “Cristina tuvo un endeudamiento de 17.600 millones por año y nosotros 12 mil millones y eso que soy de la cultura de no tomar deuda. Lo más grave es que hoy después de un año sumando el Banco Central y el Tesoro es de 33 mil millones en el primer año y el segundo van por los 27 mil millones, son las famosas Lelic. Gastan y gastan y emiten, eso aumenta los precios y cuando sube la carne, cierran las exportaciones”, lamentó.

En otro tramo del diálogo, consideró que el país vive con dolor la pandemia. “Nos llenaron de trabas y cepos, hay 700 mil puestos de trabajo privado destruidos, no hay ningún indicador de que estemos mejor que hace dos años”, opinó y aseguró que desde Juntos por el Cambio “vamos a transformar esto en alegría, lo que aprendimos es que nos salva la cultura del trabajo, no el asado gratis, hay mucho talento en Argentina”.

También se mostró optimista sobre el futuro de Juntos por el Cambio: “En 2015 llegamos en minoría política, el país estaba quebrado pero la gente no lo sabía, el papá había hipotecado a la casa, se fue al otro mundo y dejó la deuda. Hoy, de la crisis económica somos todos conscientes, hay otra madurez en la sociedad y en Juntos por el Cambio”, sostuvo y negó que lo quieran correr del liderazgo del espacio: “Tengo reuniones con (Horacio) Larreta, con Patricia (Bullrich), con María Eugenia (Vidal). Somos un equipo, mis únicas prioridades son garantizar la unidad, parar el éxodo de los jóvenes a quienes entiendo porque escuchan a un presidente que les dice »no creo en el mérito» y el joven dice »pero yo me quiero superar, entonces me voy»”, sentenció. Y remarcó seguidamente: “Voy a apoyar a los curas que quieran ser papas, tienen que ser muchas las alternativas para 2023”.

Finalmente, sobre el mismo punto, analizó: “Es muy traumático perder una elección, eso genera que se despierte la intencionalidad lógica de crecer y lejos de enojarme estoy a favor, si se hace con respeto. Pero es muy difícil gobernar en el siglo 21. Esto de creer que con dos cucharas de azúcar esto me salía bien no es así y por algo hace dos décadas que Argentina no crece”.