Los supermercadistas creen que “no es genuino” el movimiento de personas –que en algunos casos se tradujo en robos tipo piraña y en otros fueron intentos evitados con celeridad por la Policía– que se vio en un supermercado de Santa Fe y en un puñado de autoservicios de barrio en esa ciudad y en la zona oeste de Rosario.

Así lo sostuvo en Radio 2 Gabriel Silva, de la Cámara de Supermercadistas de Santa Fe. “No se trata de algo masivo y no tenemos información de quién puede estar arengando”, dijo el dirigente, quien reveló que el día anterior se habían reunido con el Ministerio de Seguridad para analizar la posibilidad de que se produjeran intentos de saqueo, como había ocurrido en Neuquén, Córdoba, Mendoza y el Gran Buenos Aires.

Producidas las situaciones de este jueves, el sector trabaja “con preocupación y seguimiento permanente del tema con las autoridades policiales. Pero esto es paso a paso”, agregó.

Silva aseguró que se nota un incremento de los patrullajes en la ciudad de Santa Fe y aceptó que varios comerciantes refuerzan sus propias medidas de seguridad, por ejemplo con enrejados y la contratación de privados.

También se comunican a través de grupos de Whastapp con los vecinos de la zona, a fin de mantenerse alerta de manera constante. El uso de alarmas comunitarias conforma una de las alternativas posibles para dar aviso ante cualquier movimiento raro, comentaron en diálogo con Radiópolis (Radio 2) habitantes de las inmediaciones de Roullion al 3300.

En esa cuadra, un autoservicio, que en 2001 fue objeto de saqueos, no abrió las puertas y colocó un cartel en el ingreso: “Cerrado por seguridad, disculpe las molestias”.

David, el cueño de una pollería en el lugar, quien también sufrió la crisis hace dos décadas atrás, decidió trabajar a pesar de todo: “Tengo que seguir trabajando, estoy en la puerta, mirando para todos lados, más alerta que de costumbre”, lamentó.