Un equipo de científicos liderado por Kazunori Takahashi de la Universidad de Tohoku en Japón desarrolló un nuevo diseño de motor iónico que podría ayudar a despejar la órbita terrestre baja de basura espacial. El sistema utiliza el escape de plasma de un motor iónico para empujar trozos de basura espacial hacia la atmósfera, donde pueden quemarse de forma segura. El motor iónico funciona utilizando un gas inerte como propulsor, que se ioniza y se dirige mediante campos electromagnéticos.
El sistema de Takahashi utiliza un propulsor de plasma bidireccional, que permite que el satélite se mantenga en su posición mientras realiza su labor de desorbitar la basura espacial. El propulsor consume más energía que los motores iónicos tradicionales, pero Takahashi desarrolló una "cúspide magnética" que aumenta la potencia de salida del sistema.
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— Curiosity (@MAstronomers) April 5, 2024
En experimentos de laboratorio, Takahashi logró alcanzar 25 milinewtons de empuje, triplicando la potencia de salida en comparación con experimentos anteriores.
El objetivo del sistema es eliminar fragmentos más grandes de basura espacial, que son los que tienen más probabilidades de provocar un escenario aterrador llamado síndrome de Kessler. Este describe cómo una colisión entre un satélite grande y un fragmento de basura espacial podría causar una reacción en cadena, lo que podría dejar inaccesibles grandes franjas de la órbita baja terrestre.
El trabajo de Takahashi sobre el propulsor de plasma bidireccional fue publicado en la revista especializada Scientific Reports y podría ser un paso importante hacia la solución del problema de la basura espacial. El futuro de la exploración espacial depende en parte de la capacidad humana para limpiar la órbita terrestre baja de basura espacial.



