La Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) “Dr. Carlos G. Malbrán” confirmó la identificación de tres casos de influenza A(H3N2) correspondientes al subclado K en la Argentina. Se trata de dos adolescentes de la provincia de Santa Cruz y de un niño internado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ninguno de los cuales presentó complicaciones clínicas, de acuerdo a lo que consignó el medio Infobae.
Desde el organismo indicaron que la vigilancia epidemiológica continúa activa y se mantiene dentro de los niveles esperados para esta época del año, según los registros del centro nacional de referencia en diagnóstico e investigación de enfermedades infecciosas.
La detección fue realizada en el marco de la Red Nacional de Laboratorios y Unidades Centinela, y confirmada por el Laboratorio Nacional de Referencia del INEI-ANLIS mediante secuenciación genómica. Este procedimiento permitió clasificar a los virus como pertenecientes al subclado K, una variante que presenta modificaciones genéticas asociadas a una mayor capacidad de transmisión.
No obstante, desde ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán” aclararon que la evidencia disponible hasta el momento no muestra que este subclado genere cuadros clínicos más severos que los observados con otros virus de influenza A(H3N2) circulantes en temporadas previas.
En cuanto a la evolución de los pacientes, los tres cursaron la infección sin complicaciones. Según la información oficial, el niño atendido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires debió ser hospitalizado, mientras que los adolescentes de Santa Cruz fueron evaluados dentro del Monitoreo Ambulatorio de Infecciones Respiratorias Agudas. Las autoridades sanitarias provinciales están a cargo de la investigación de cada caso y de asegurar la atención correspondiente, en coordinación con el sistema nacional de vigilancia.
El seguimiento de la circulación viral en el país, que incluye influenza y otros virus respiratorios, permanece dentro de los parámetros habituales para el período. Tanto esa institución como la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Nación acompañan las tareas de vigilancia en las 24 jurisdicciones, con el objetivo de detectar de manera temprana eventuales cambios en los patrones de transmisión, la gravedad de los cuadros o las poblaciones afectadas.
Entre las recomendaciones oficiales, se remarcó la importancia de que las personas que presenten síntomas respiratorios compatibles con infecciones virales consulten al sistema de salud de su jurisdicción, especialmente quienes pertenecen a grupos de riesgo.
El objetivo es fortalecer la detección precoz y garantizar una atención oportuna ante la circulación de este y otros virus respiratorios.
La circulación de una nueva subvariante de la influenza A, conocida como subclado K de la gripe H3N2, encendió alertas sanitarias en distintos países del mundo y comenzó a tener impacto también en América del Sur.
Esta variante fue identificada inicialmente en Asia y luego se expandió a Europa y América del Norte. Su mayor capacidad de transmisión en comparación con otras cepas estacionales llevó a reforzar la vigilancia epidemiológica en la región ante la posibilidad de casos importados.
En los últimos días, Perú, Chile y Bolivia confirmaron los primeros contagios asociados al subclado K.
La gripe H3N2 es una variante del virus de la influenza A y una de las más frecuentes a nivel global. Se transmite principalmente por gotitas respiratorias que se liberan al hablar, toser o estornudar, y también por el contacto con superficies contaminadas seguido del contacto con nariz, boca u ojos. Los síntomas suelen aparecer de forma repentina e incluyen fiebre elevada, dolores musculares, tos seca, dolor de garganta y un marcado cansancio.
Los síntomas del subclado K no difieren de los habituales de la gripe estacional. La fiebre, generalmente superior a los 38 grados, aparece de manera brusca y suele ir acompañada de escalofríos, malestar general y una intensa sensación de fatiga. También son frecuentes los dolores musculares y articulares —especialmente en piernas, espalda y brazos—, el dolor de cabeza persistente, la tos seca y la congestión nasal.



