Un niño de un año y 10 meses y otro de apenas siete meses y medio murieron por desnutrición entre el miércoles y este sábado en una comunidad indígena Wichi, ubicada en el norte de la provincia de Salta. Pertenecían a las comunidades de General Ballivián y Pozo La China, en los departamentos de General San Martín y Rivadavia, respectivamente.

Según consignó Página 12, el menor de casi dos años perdió la vida tras haber sufrido un paro cardíaco cuando bajaba de la ambulancia que lo había trasladado a Tartagal, con el propósito de darle un tratamiento de mayor complejidad. La causa de muerte fue deshidratación. 

El gerente del Hospital "Juan Domingo Perón" de la ciudad Ariel Sosa sostuvo que el niño recibía un "seguimiento con un enfermero y un agente sanitario de Pozo La China" desde hace varios meses, y reveló que ya en diciembre habían tenido que trasladarlo a dicho centro de salud por un cuadro de gastroenteritis y parasitosis.

Al notar un agravamiento del cuadro de salud la semana pasada, los responsables sanitarios le sugirieron a la familia el traslado del chico, pero según Sosa "los padres se resistieron a esta posibilidad, pese a que el cacique de la comunidad intervino".

Esto generó un empeoramiento hasta el miércoles, cuando al ver que el niño ya no podía sostener la cabeza se insistió con la derivación. La ambulancia llegó al mediodía pero el traslado se demoró una hora y media ante la negativa de los mayores, hasta que se produjo el primer paro cardíaco del menor.

Luego de que la médica que lo estaba atendiendo lograra resucitarlo mediante RCP, el corazón del niño no resistió y sufrió otro infarto que le provocó la muerte al llegar a Tartagal. En noviembre pasado el niño pesaba 11 kilográmos, y según el último registro su peso había caído hasta los ocho kilos.

Los niños fallecidos vivían en una comunidad Wichi.

En cuanto al bebé de casi ocho meses, falleció en las primeras horas de este sábado cuando era traslado de urgencia desde el norte de la provincia hacia la ciudad capital de Salta.

Según las autoridades sanitarias, el bebé se encontraba muy por debajo del peso correspondiente a su edad, y además estaba muy deshidratado cuando se dio el alerta y se llamó a una ambulancia. A pesar del esfuerzo de los médicos, no fue posible salvarle la vida al niño que pesaba apenas tres kilos.

El fallecido era el sexto hijo de una mujer de 38 años, una madre soltera que vive en una pequeñísima casilla de tablas, trabaja como artesana tejedora y cobra la Asignación Universal universal por tres de sus hijos.

Según el cacique local Domingo Robal, la pandemia del coronavirus le impidió a la mujer hacer el trámite para cobrar la ayuda estatal para sus otros dos hijos.