Este lunes se llevó a cabo la destrucción del primer lote de 5 mil armas de fuego secuestradas por la Justicia de Santa Fe, efectuado en las instalaciones del Banco Nacional de Materiales Controlados (Banmac). La inutilización previa de armas se realizó con una prensa hidráulica de 200 toneladas, que se incorpora como una novedad e implica una reducción en los riesgos de resguardo del material y en el traslado del mismo hasta su proceso de destrucción final, destacaron fuentes oficiales.

El ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, participó de la actividad junto a Roberto Sukerman, ministro de Gobierno de Santa Fe. Los funcionarios estuvieron acompañados por la Directora Ejecutiva de la Anmac, Natasa Loizou, y la secretaria General del Ministerio Público de la Acusación de la Provincia de Santa Fe, Marina Pieretti.

La doctora Pieretti habló este martes en Radiópolis (Radio 2) y confirmó que “se entregaron para su destrucción 5 mil armas y 8 mil municiones, que corresponden a causas penales o de infracción a la ley”.

La funcionaria del MPA precisó que se trató que la “destrucción de unas 5 mil armas de toda la provincia, de las 5 circunscripciones”. Y agregó que “unas 2 mil son de Rosario” y que “en su mayoría son armas cortas”.

“Tenemos en trámite para entregar unas 2.500 más en Rosario. Se van obteniendo las órdenes de destrucción. Nosotros hacemos todo el proceso de gestión de esas armas, hasta llegar a la destrucción”, comentó la doctora Pieretti.

Luego añadió que “en Rosario hay más armas de calibre 22 que 9 milímetros, en cambio en la jurisdicción de Venado Tuerto, Rafaela, y el centro-norte de la provincia, se secuestran más armas largas, que en general se usan para caza”.

“Se puede determinar la procedencia de estas armas si tienen la numeración; en la mayoría de los casos no se puede hacer la trasabilidad porque tienen la numeración limada o eliminada”, apuntó Pieretti.

Plan de desarme

La secretaria General del Ministerio Público de la Acusación de la Provincia de Santa Fe, Marina Pieretti, habló también de la “entrega voluntaria que realiza la Anmac como política de desarme, que son las armas que cualquier ciudadano puede entregar porque no pudieron renovar la documentación o por otros motivos”. Y agregó que “a ese público apunta el desarme para que esas armas no pasen a manos de posibles delincuentes”.

“Ayer estuvimos con la directora de la Anmac y se está fomentando profundizar la política de desarme, porque ellos ven que las armas secuestradas suelen estar inscriptas por fuerzas de seguridad que ya no existen en el país”, amplió.

“Muchas veces en las casas de los ciudadanos comunes quedan armas de la familia y no saben qué hacer con ellas; estamos trabajando para que esas armas no pasen al mercado negro. También estamos cruzando información entre la Fiscalía y la Anmac para tener mucho más control sobre las armerías”, finalizó Pieretti.